* Exigieron a las autoridades una disculpa por las declaraciones del fiscal, Javier Olea, quien atribuyó el asesinato de la doctora Adela Rivas “a un crimen pasional”

 

Bernardo Torres

 

Doctores, médicos y enfermeras de diferentes centros hospitalarios de Chilpancingo y de Zumpango, alertaron durante la conmemoración del “Día del Médico”, que la delincuencia organizada los tiene en la mira, mediante amenazas, hostigamiento e intentos de extorsión.

Este domingo en todo el país los trabajadores del sector salud salieron a las calles en más de 70 ciudades, y en Guerrero, hubo manifestaciones simultáneas en Chilpancingo, Acapulco y Atoyac, unidos por el reciente asesinato de la doctora, Adela Rivas Obé, en la Costa Grande.

En la capital, una comisión representativa de los hospitales de la Madre y el Niño Guerrerense, “Raymundo Abarca Alarcón”, ISSSTE y el general de Zumpango, se concentraron en la avenida Ruffo Figueroa, donde realizaron un mitin para elevar su reclamo de justicia a los tres niveles de gobierno.

En este caso exigieron a las autoridades una disculpa por las declaraciones del fiscal, Javier Olea Peláez, quien atribuyó su muerte a un crimen pasional, cuando es del conocimiento público, que la doctora investigaba desvío y pérdida de medicamento en el Hospital de Zihuatanejo.

Este caso, dijo, Erika Salgado, quien funge como dicataminadora de la Secretaría de Salud, es sólo la muestra del riesgo en el que actualmente se encuentran los trabajadores de este sector, además desprotegidos por sus sindicatos y con las manos atadas por las nuevas reformas.

En el sector, salud, refirió, hay un creciente temor por su integridad física, ante las constantes amenazas que están sufriendo, los ataques recientes a enfermeras del ISSSTE, en Acapulco, donde una de ellas fue mutilada, acusada de negligencia médica, por su agresor.

En la misma situación, expuso, se encuentra el personal que labora en la Sierra, Tierra Caliente y en la Montaña, una de las razones por las que tampoco estuvieron presentes en esta movilización.

Las amenazas, esta vez no fueron sólo de la delincuencia, sino de sus jefes, y líderes sindicales, quienes advirtieron que si participaban serían despedidos o sancionados.

“Si la doctora Rivas hoy no está por las repercusiones del trabajo de investigación que estaba haciendo sobre los hechos de corrupción que estaba viendo en el Hospital de Zihuatanejo, hay otros que seguimos, y si mañana nosotros ya no estamos, habrá otros que levanten la voz”, expuso.

Mismo en la capital, reveló se están presentando casos de extorsiones, por teléfono, los médicos son amenazados hasta los teléfonos del quirófano, cuando están realizando cirugías o después de haberlas realizado, por lo que pidieron se refuerce la seguridad en los hospitales, pues en algunos no hay ni cámaras de vigilancia.

El caso más reciente, fue la irrupción de hombres armados y encapuchados a las oficinas centrales de salud, amenazaron al personal, a pesar de la vigilancia y cámaras de seguridad “entraron como Juan por su casa, afortunadamente no hubo agresiones, pero pues imagínate”.

Las movilizaciones fueron convocadas a nivel nacional para manifestar su rechazo al proyecto del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, sobre la Reforma de Salud, que de acuerdo con especialistas en la materia, apunta a la privatización de la asistencia y seguridad social.

Acusan que el decreto presidencial emitido el 28 de abril de 2016, criminaliza las acciones en la salud de las y los trabajadores del sector, cuando no cuentan con las condiciones mínimas para brindar un buen servicio, y las autoridades se lavan las manos descargando toda la responsabilidad en los médicos y enfermeras.

Los manifestantes exigen a los tres niveles de gobierno, seguridad para desempeñar sus funciones en zonas de alto riesgo por la injerencia de la delincuencia organizada, y se garantice el respeto del ejercicio de la profesión médica y paramédica.

A sus demandas, sumaron el rechazo total a la desaparición de las juntas locales y federales de conciliación y arbitraje y por el contrario se basifique e incremente el presupuesto del sector salud, al que se prevén fuertes recortes en 2017. (API)