* Una mujer pidió la palabra en evento encabezado por el gobernador Héctor Astudillo para reclamar que un juez dejó en libertad al presunto homicida a pesar de que había pruebas de su culpabilidad
ALONDRA GARCÍA
IGUALA.— “Disculpen de que vengo a interrumpirlos, pero el 19 de junio del 2012 me mataron a mi hija”, expresó la señora Cristina al micrófono, al irrumpir en un evento encabezado por el gobernador Héctor Astudillo Flores.
La mujer se sentó entre el público que acudió a la inauguración de la Ciudad Víctima, en la ciudad de Iguala de la Independencia, donde se tienen registros de cientos de personas desaparecidas.
Segundos antes de que el gobernador tomara la palabra, doña Cristina se levantó de su silla y alzó la mano para pedir la palabra. El mandatario estatal se acercó a ella y le ofreció el micrófono.
Entonces la mujer dijo: “Disculpen de que vengo a interrumpirlos, pero el 19 de junio del 2012 me mataron a mi hija”.
Relató que, a pesar de que la Fiscalía reunió pruebas contundentes contra el homicida de su hija, incluso muestras de ADN coincidentes, el juez César Abraham Calderón Torres dejó libre al homicida, quien se encontraba detenido en el penal de Iguala.
“Ya lo tenían preso y lo dejaron libre”, recriminó sin poder contener el llanto la madre de familia. “Señor gobernador, pido su intervención, no tuve un asesor, mis derechos fueron violados, teníamos al preso y lo dejaron libre”, comentó.
Después se dirigió al presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Robespierre Robles Hurtado, quien estaba presente.
“Señor Robespierre, he ido a tocar su puerta. Puse una queja en contra de estos servidores públicos que lucran con el dolor ajeno. No soy abogada, simplemente soy una madre que pide justicia”, le dijo.
La mujer relató que en la única audiencia que hubo por el asesinato de su hija, se presentó la madre del presunto homicida para advertirle que los jueces y ministerios públicos “estaban comprados”.
“No quiero volver a vivir lo mismo, yo tuve a la persona que mató a mi hija, creo en usted gobernador. Simplemente pido que alguien me haga caso, que mi voz tenga eco, que no se vaya nada más al vacío y que haya tenido yo que venir aquí a suplicarle y que no me hagan caso, por favor ayúdeme”, le rogó al mandatario guerrerense.
Después, la señora Cristina le regresó el micrófono al gobernador, quien públicamente se comprometió a darle seguimiento.
“Yo le pido a Robespierre que revise este caso y vamos a meterle los ojos, el corazón y la Ley”, se comprometió Astudillo Flores.
Después agregó: “Nosotros no nos espantamos, no soy tan soberbio, ni tan torpe como para no tener la disposición de escuchar a alguien que levanta la mano, porque entiendo perfectamente qué piso estoy pisando, Guerrero es un estado lleno de complicaciones”.