Sin uniformes desde hace más de un año, ni una patrulla digna para realizar labores de seguridad, se encuentra el grupo de 13 policías rurales de la comunidad de Chicahuales, municipio de Chilpancingo.

Emeterio González Jiménez, comandante de la policía rural en Chilpancingo denunció que aunado al bajo salario y constante riesgo laboral, las autoridades de Guerrero tienen en el abandono a esta corporación que nace con el fin de regular a algunas policías comunitarias.

“Ahorita por ejemplo, pedimos que se nos dé una camioneta porque no tenemos ni siquiera una unidad o al menos que le pongan llantas nuevas a la que usamos ya que si no, no podremos regresar a nuestra localidad”, señaló el comandante durante una visita a Chilpancingo.

Las policías rurales nacen en la administración de Ángel Aguirre con el propósito de que las comunidades tengan cuerpos de seguridad adiestrados por el Estado y con algunos benéficos monetarios y así evitar la creación de autodefensas paralelas al gobierno.

Sin embargo en un sinfín de ocasiones, los policías rurales, originarios de los pueblos que resguardan, han denunciado poco apoyo y falta de equipamiento.

“La otra es que ganamos sólo tres mil pesos mensuales. Es una miseria, deberíamos ganar esa cantidad a la quincena ya que nuestra labor también es de riesgo”, indicó.

Tan sólo en la comunidad de Chicahuales, en donde habitan mil 200 personas, operan 13 policías rurales los cuales aceptan ser insuficientes sin embargo “sacamos la chamba como podemos”.

Las autoridades de seguridad municipal y estatal han atendido la problemática mínimamente lo que ha provocado descontento de parte de algunas localidades. (Agencias)