Trabajador incansable

 

Por Chanssonier

 

En esta tierra han nacido hombres y mujeres, que en diferentes tareas de la vida han sobresalido, por las diversas aportaciones que le hicieron. Tal es el caso del señor Abel Estrada Lobato, quien incursionó en diversas tareas, en las cuales sobresalió del común denominador. Siendo un joven se radicó en los Estados Unidos, en donde al cabo de algunos años logró amasar una modesta fortuna, que sería pie para el inició de nuevas tareas.

Su primera empresa fue un taller mecánico, el que contaba con las más modernas técnicas para la reparación de autos y camiones, que le proporcionó buenas utilidades; enseguida en sociedad con los señores Guillermo Rodríguez y Genaro B. Trías, establecieron el primer cine sonoro, ocurriendo eso en el año de 1935, cerrando sus puertas veinte años más tarde, al ser abiertas otras salas con las cuales no pudieron competir.

Careciendo la ciudad de agua electropura estableció la primera fábrica que hubo denominado Salud; el garrafón de veinte litros costaba un peso. Años más adelante se establecerían otras. Atraído por la política fue presidente municipal de Chilpancingo; su buen desempeño lo conduciría enseguida a una curul en el Congreso del Estado. Al término de su representación se le designó recaudador de rentas aquí, cargo que desempeño con eficiencia y honradez.

Luego de cubrir tanto tareas privadas, como de índole oficial, se retiró de todo género de actividades, falleciendo en el seno familiar hace ya varios años. Cuando el ayuntamiento realice trabajos de nomenclatura, no deben olvidar el nombre de don Abel Estrada Lobato, por las diversas aportaciones que hizo en el lugar que lo miró nacer.

 

Servidor de la comunidad

 

Siempre ha habido personas que independiente a sus tareas familiares, han estado al servicio de la comunidad, por lo cual sus figuras han trascendido hasta nuestros días. Tal es el caso del señor Antonio Bernal Carreto, a quien mucho le debe la comunidad que lo tiene prácticamente en el olvido. Don Toño, como lo conocían de manera generalizada los habitantes de esta ciudad, se desempeñó como empleado del gobierno estatal, retirándose de la burocracia al alcanzar la jubilación.

La inestabilidad política que vivía la entidad, ocasionó que los poderes en Guerrero fueran declarados desaparecidos, siendo gobernador el general Adrián Castrejón; para suplirlo del 22 de marzo de 1933 al 31 del mismo mes y año, fue designado gobernador interino, don Antonio, entregando las riendas al general Gabriel R. Guevara.

El primero de julio de 1941 estuvo en la ciudad, el presidente de la república general Manuel Ávila Camacho; vino a la toma de posesión del coronel Rafael Catalán Calvo. Enseguida se le invitó para develar la estatua del cura Morelos, lo que no pudo hacer porque la piola para efectuarlo se hizo nudo, el que deshizo don Antonio. Se dijo que Morelos se resistió a quedar al descubierto, porque Matías Carranco bisabuelo del ya ex gobernador Carlos Carranco Cardoso, lo había entregado a los realistas.

Se debe al señor Bernal Carreto, la instalación de la benemérita Cruz Roja y tantas cosas más. Murió hace años llevándose el cariño de la población.