* Después de una marcha por calles de Chilpancingo que encabezaron padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, estudiantes encapuchados lanzaron ataque con artefactos explosivos contra las oficinas del gobierno

 

* Policías estatales que resguardaban el inmueble repelieron la agresión con gases lacrimógenos y después de perseguir un vehículo en el que huían los jóvenes, detuvieron a 7 de ellos; después los entregaron a Derechos Humanos

 

Jesús Saavedra

 

Siete normalistas detenidos, daños en ventanales del auditorio Sentimientos de la Nación, personas y policías intoxicados por gases lacrimógenos, fue el saldo que dejó la protesta que realizaron este domingo padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala y compañeros normalistas, que concluyó afuera del palacio de gobierno donde lanzaron bombas molotov y piedras contra el inmueble, tras lo cual se registró una persecución por calles de la ciudad.

En el marco de sus acciones al cumplirse 2 años de los hechos de violencia ocurridos en Iguala, que derivaron en la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, este domingo normalistas de y familia, respaldados por jóvenes de otras normales del país y maestros disidentes, marcharon por las calles de la ciudad hasta llegar al palacio de gobierno.

A las 4 de la tarde, cuando estaba por concluir la manifestación que salió del mercado central, un grupo de avanzada de los normalistas  que tenían sus rostros cubiertos, esperó que los contingentes se retiraran en una decena de autobuses y arremetió lanzando bombas molotov y cohetones contra el palacio de gobierno y el auditorio estatal, que eran resguardados con vallas metálicas y detrás de estas por elementos de la policía estatal, equipados con toletes, escudos y extintores.

Los normalistas venían preparados para lanzar el ataque con petardos, atados a envases de vidrio o plástico que al momento de tocar el suelo estallaban de forma estruendosa; en ambos frentes de los inmuebles resguardados, los policías respondieron lanzando piedras y tratando de sofocar las llamas de las bombas molotov.

De uno de las puertas ubicadas a un costado de palacio salieron más policías anti motines, quienes comenzaron a lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes con los que lograron hacer replegar en primera instancia y después hacer huir a los normalistas.

Los normalistas abordaron una camioneta y se retiraron del lugar, mientras salían más policías del interior del palacio a pie y a bordo de camionetas de los Grupos Especiales, quienes iniciaron una persecución de los agresores.

En total fueron unos 300 policías los que salieron de palacio y corretearon por el encauzamiento a los normalistas.

En el crucero del Instituto Tecnológico de Chilpancingo formaron una valla hacia la zona que lleva a Casa Guerrero, donde se presentó con equipamiento anti motín el secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, quien les ordenó replegarse de nueva cuenta al palacio.

Ahí, el funcionario dijo que se trató de “una agresión injustificada de esos muchachos que están mal orientados, sabemos que el grupo de los padres de los desaparecidos de manera respetuosa y civilizada hicieron su marcha; sin embargo al último hay una agresión injustificada de grupos de infiltrados. Compartimos su dolor, nos solidarizamos con los familiares; no hay ningún daño, pudo haber resultado dañado algunos de los elementos y estamos regresando a las tropas a su lugar”.

Mientras Almazán Cervantes ordenaba a los policías regresar a palacio, otro grupo de Fuerzas Especiales iba en persecución de los normalistas y en la avenida Gobernadores, en el punto conocido como la curva, dio alcance a una camioneta de la marca Nissan tipo estaquitas, y a la que le pegó de costado en la parte trasera para hacer perder el control de la camioneta al conductor, ocasionando que se estrellara de frente contra una camioneta de la marca Chevrolet, con placas de Guerrero HCE1059.

Ahí los policías estatales detuvieron a siete normalistas y se llevaron la camioneta, en tanto que el conductor de la camioneta Chevrolet impactada en la persecución decidió retirarse del lugar atemorizado por lo ocurrido.

Los siete normalistas fueron llevados en una primera instancia a las instalaciones de la Fiscalía, donde ya se habían colocado barricadas en espera de una reacción de los manifestantes, pero después, por órdenes superiores, los siente detenidos fueron llevados a la oficina de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), donde los estaba esperando el abogado de los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, Vidulfo Rosales Sierra.

Ahí entregaron a los normalistas Daniel Díaz García, de 19 años y originario de Morelos; José Ángel García Pareja, de 22 años de Huamuxtitlán; Ignacio de la Cruz Martínez, de 24 años de Morelos; Ricardo Felipe Zamacona, de 23 años de Tecpan; Fernando Zamudio Naca, de 18 años, de Tixtla; Rodrigo López, de 21 años, de Chiapas, e Irving Sangos Quingo, de 25 años, de Cuautepec.

Ahí a los siete normalistas se les certificó médicamente, mientras los policías del estado que los detuvieron se retiraron del lugar ante el informe de que grupos de normalistas regresaban a esta capital para rescatar a sus compañeros.

Uno de los jóvenes que participó en el ataque contra el palacio y que fue detenido durante la persecución, Ignacio de la Cruz, declaró ahí en la Coddehum que los policías estatales los chocaron y ocasionaron que uno de sus compañeros se cayera de la camioneta y se detuvieron, por lo que fueron detenidos; “nos entregamos, pero nos golpearon con las macanas, a patadas, nos dijeron que éramos unos vándalos y que nos iba a cargar la verga”, se quejó.

 

No van a descansar hasta

encontrar a sus hijos: padres

 

Antes de que sucedieran estos hechos, en el mitin que se desarrolló el mitin en palacio de gobierno, el activista de Tlachinollan y abogado de los padres, Vidulfo Rosales Sierra, aseveró que a dos años de lo ocurrido, “el balance no es positivo, lo único que ha ofrecido incertidumbre, mentiras, al afirmar que fueron asesinados (los 43 normalistas) sin pruebas contundentes, no hay pruebas que sustenten esa hipótesis”.

Añadió que “hay pruebas científicas del GIEI y no hay elementos para establecer que fueron incinerados en ese basurero de Cocula, la verdad histórica fue enviada a la basura y desplegaron una campaña de descalificación. Los padres siguen firmes, es la voz que campea en el país de descontento, de un levantamiento popular contra la oligarquía del país y del estado”.

Rosales Sierra aseguró que “a dos años sigue la injusticia, no hay una pista para saber dónde están los 43 normalistas, es un crimen de lesa humanidad, no habrá diálogo si no hay castigo a Tomás Zeron, ex director de la Agencia de investigación Criminal”.

El señor Luciano Pablo Baranda, padre de uno de los normalistas desaparecidos, pidió a la ciudadanía que los apoyen en “la marcha de este lunes en la Ciudad de México, el gobierno sabe a dónde se los llevaron, estamos cansados de que este gobierno no de respuesta, ya basta de este sufrimiento de los padres de los 43, apóyenos no nos dejen solos en esta lucha”, convocó.

El vocero Felipe de la Cruz dijo que el gobierno “se presta a proteger con la policía el palacio de gobierno y dejaron solos a los normalistas en Iguala, son incapaces de proteger a la ciudadanía que muere todos los días víctimas de la delincuencia organizada, son un símbolo de la opresión, no les tenemos miedo, vamos a seguir luchando para mantener la voz en alto”.

El señor Humberto Ortiz Ramos, papá de otro normalista desaparecido, exigió al gobierno federal que “ya basta de mentiras” y advirtió que “no vamos a ceder hasta que encontremos a los muchachos, a estas protestas las reprimen, pero a la delincuencia organizada le tienen miedo, se aprovecharon de nuestros hijos, ustedes los dejaron solos cabrones, no quieren resolver los casos, pero no nos vamos a cansar hasta encontrar a nuestros hijos”, agregó.