Isidro Bautista

 

La PGR, ante el caso de la estación Digital 106.3, de Chilpancingo, incurrió en un abuso de autoridad como los cientos y cientos en que ha caído con el pretexto de hacer valer la ley.
Al igual que lo ha hecho en el resto del país por radiodifusoras que operan en amplitud o frecuencia moduladas sin permiso ni concesión otorgados ahora por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), con dicha emisora, situada en el centro de la capital del estado, sus agentes ministeriales pretendieron imponer la ley violándola.
Seguramente creyeron que no habría problema para desmantelarla y detener a las personas que hallaran en sus instalaciones, a unos siete meses de haber iniciado transmisión, como han actuado en otras entidades federativas del país, por estar conscientes quienes las operan de que transmiten fuera de la ley, o que, incluso, cometen posible delito.
Sólo que aquí el personal de la PGR nunca exhibió ninguna orden judicial, como la de cateo, e inclusive, según se informó, tampoco se identificó formalmente para actuar ministerialmente.
Ya no debe haber cabida a ese tipo de actos u omisiones. Si antes los presuntos responsables recobraban así la libertad, ahora con los juicios orales, también, sólo que en un abrir y cerrar de ojos.
En efecto, es delito el hecho de que una radiodifusora transmita en AM o FM sin permiso o concesión, y éste se paga con cárcel y multa que va actualmente de 21 mil 912 a 73 mil 040 pesos.
La Ley General de Bienes Nacionales establece en su artículo 149: Se sancionará con prisión de dos a doce años y multa de trescientas a mil veces el salario mínimo general diario vigente para el Distrito Federal a quien, vencido el término señalado en la concesión, permiso o autorización que se haya otorgado para la explotación, uso o aprovechamiento de un bien sujeto al régimen de dominio público de la Federación, no lo devolviere a la autoridad correspondiente dentro del término de treinta días naturales siguientes a la fecha de notificación del requerimiento administrativo que le sea formulado.
Abunda en su artículo 150: La pena señalada en el artículo anterior se impondrá a quien use, aproveche o explote un bien que pertenece a la Nación, sin haber obtenido previamente concesión, permiso o autorización, o celebrado contrato con la autoridad competente.
Y un bien que pertenece a la nación es el espacio aéreo.
En México hay infinidad de radiodifusoras fuera de la ley. En Guerrero existen más de veinte, unas tres de éstas tan sólo en la ciudad de Tlapa, desde hace más de diez años.
Y ha sido precisamente la PGR la encargada de actuar. En otros casos, sí, cierto, ha procedido a detenciones y al aseguramiento de bienes muebles e inmuebles, incluido el equipo de transmisión, pero con órdenes ministeriales y/o judiciales.
Para ello está el Juzgado Federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones, al que obligatoriamente se debe recurrir.
En el año de 2007 actuó contra una estación FM, en una casa particular, en Ixtapaluca, Estado de México, y detuvo a tres personas; en 2014, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, contra otra FM, que administraba un ex candidato panista a diputado local, y en 2015, en Puebla, contra cuatro FM en un mismo sitio.
Entonces respetaron las formas. Los agentes correspondieron a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra los Derechos de Autor y la Propiedad Industrial.
Hasta antes de sucedido el caso de Digital 106.3, que tendría un alcance de alrededor de 300 watts, la PGR no había actuado contra ninguna emisora.
Curiosamente, desde hace unos cuatro meses la Secretaría de Gobernación, por conducto de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), ordenó la transmisión en Guerrero de tres versiones de spots contra ese tipo de estaciones, con una pauta aún vigente, muy posiblemente bajo la presión de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, la cual considera a ese tipo de emisoras como competencia desleal en la explotación comercial.
La PGR debe ejercer, pues, su facultad de hacer valer la constitucionalidad, pero primero respetándola.
isidro_bautista@hotmail.com