* Los agentes mantuvieron retenido al periodista Gamaliel García Barrera, y cuando ya se lo llevaban detenido, comunicadores protagonizaron un “jaloneo” con las autoridades, quienes al final optaron por liberarlo  

 

Esta mañana elementos de la Procuraduría General de la República catearon las instalaciones de la radiodifusora 106.3 “Notisur”, sobre la que pesaban, a decir de los mismos agentes, acusaciones por operar de manera ilegal en la capital del estado.

Los hechos ocurrieron en el edificio que alberga a esta estación de radio, ubicado  en la calle Ignacio Manuel Altamirano, marcado con el número 24, donde además de la radiodifusroa, opera la agencia de noticias AIG (Agencia Informativa Guerrero) y el Semanario ¿No qué no?, además de otras oficinas.

Los agentes de la PGR, acompañados de elementos del Ministerio Público Federal, catearon el edificio y desmontaron la antena transmisora, además de desconectar y asegurar equipo de radiotransmisión. Al momento de su llegada, trabajadores de la comunicación emitían el noticiario matutino, cuyo titular es Gamaliel García Barrera, quien de inmediato fue asegurado por las autoridades, y estuvo retenido por un largo lapso de tiempo.

Cabe mencionar que la radiodifusora es propiedad de Iván Delgado Peralta.

De inmediato, arribaron al lugar periodistas de los distintos medios de comunicación para dar cobertura a los hechos y brindar su apoyo al colega comunicador.

Después de una hora de que las autoridades mantuvieron retenido a García Barrera, acudió al lugar una visitadora de Derechos Humanos, quien procedió a entrevistarse con los responsables del cateo.

Cabe mencionar que de manera extraoficial, se manejó que otras oficinas de dicho inmueble, que no sostienen ninguna relación directa con la radiodifusora, también fueron cateadas.

Minutos después de la llegada de la oficial de Derechos Humanos, los elementos de la PGR y del MP Federal se dispusieron a retirarse, llevándose consigo, en calidad de detenido, a Gamaliel García Barrera.

De inmediato, comenzó un conato de disputa entre las autoridades y los periodistas, quienes se opusieron al traslado de Gamaliel, iniciándose un forcejeo. En esa acción, periodistas pusieron a  su resguardo al comunicador, y encararon a las autoridades asegurando que no permitirían que se lo llevaran pues no había en su contra ninguna orden de aprehensión, o de presentación.

Un agente del Ministerio Público Federal aseguró que dicha instancia tiene la facultad de realizar detenciones o presentaciones, tras los cateos; añadió además que transmitir una señal de radio de manera “pirata” era un delito federal muy delicado.

Los periodistas, sin embargo, aseguraron que Gamaliel García no era ningún delincuente, que él sólo trabajaba para la radiodifusora, por lo que no había motivo para detenerlo.

Ante el riesgo de un enfrentamiento, las autoridades optaron por desistir (al menos en ese momento) de la detención de Gamaliel, y procedieron a retirarse.

Tras el conato de enfrentamiento, Erick Chavelas, secretario General de la Delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, responsabilizó al gobierno de Enrique Peña Nieto de todo lo que pudiera sucederle a Gamaliel García Barrera o a cualquiera de los otros comunicadores que encararon a las autoridades, asegurando que hubo agentes que les tomaron fotos. De igual manera, dijo que pedirían el apoyo de las instancias correspondientes para evitar que se lesionen los derechos de este y de los demás trabajadores de la radiodifusora.

Más tarde, en las instalaciones de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, Gamaliel García Barrera ofreció una conferencia de prensa donde aseguró que los agentes lo mantuvieron incomunicado, lesionando sus Derechos Humanos.

“Es un atentado a la libertad de expresión”, dijo, y reiteró que pondría una denuncia en contra de las autoridades por “privación ilegal de la libertad”. Además, también responsabilizó al gobierno de Enrique Peña Nieto de lo que pudiera ocurrirle.