Apoderamiento de Chilapa
Por Chanssonier
La guerra de independencia tuvo estas tierras del sur del país, el escenario más amplio para ofrecerle libertad al país, el cual por espacio de trescientos años estuvo atado a la corona española. No pocos fueron los descalabros sufridos por la insurgencia, logrando finalmente ver coronada su lucha por la libertad.
A finales de 1810 el cura Morelos y don Hermenegildo Galeana, quien se le había unido en Tecpan, determinaron tomar del castillo de San Diego en Acapulco, lo que les permitiría apoderarse de buena parte del suroeste del país. El apoderamiento del castillo resultó un fracaso, dirigiéndose el jefe de la insurgencia con destino a Chichihualco, sabedor que la familia Bravo dueño de la hacienda de ese lugar, simpatizaba por la causa libertaria.
Dejando todos sus bienes, los Bravo se sumaron a la lucha; en Chilpancingo los insurgentes permanecieron algunos días, partiendo enseguida con destino a Tixtla, entonces un lugar de próspero crecimiento económico, lugar que tomaron a sangre y fuego. Enseguida de una breve estancia que sirvió para planificar la lucha, el cura Morelos y sus tropas partieron con destino a Chilapa, próspera población que se había mostrado siempre fiel a la corona española. Era el 18 de agosto de 1811.
Sitiada Chilapa cuyo lugar defendía el realista José Antonio de la Fuente, al poco cayó en poder de los insurgentes, huyendo su comandante con rumbo a Tlapa; al término del combate Morelos ordenó el fusilamiento del norteamericano Fares, así como de Tabares, quien los había traicionado al no entregarles el castillo de Chapultepec, que no cumplió, convirtiéndose el hecho en una terrible derrota para los insurgentes; también fue fusilado Juan Chiquito por el mismo motivo.
Temerosas las familias españolas que radicaban en Chilapa, pretendieron huir ante lo que podría sucederles; sin embargo Galeana y Bravo los convencieron a quedarse en la población, apoderándose solamente del armamento bélico que los realistas tenían en su poder, así como alimentos para los soldados de la insurgencia. Si bien es cierto que la toma de Chilapa no fue un suceso relevante para el logro de la libertad, permitió a las tropas de Morelos apoderarse de toda la región de la Montaña, de donde partiría a Cuautla en donde escribió, una de las páginas más gloriosas de la guerra de independencia.
Capitulación de Acapulco
En 1811 al pretender apoderarse de la fortaleza de San Diego, en Acapulco, las fuerzas insurgentes lideradas por el cura don José María Morelos y Pavón, sufrió una grave derrota porque quienes se habían comprometido a darle paso franco y lo traicionaron.
Tres años más tarde luego de un férreo sitio, el mismo Morelos obligó al gobernador realista Pedro Antonio Vélez a su rendición, con todos los que defendían el castillo, ocurriendo este hecho el 20 de agosto de 1813, tal y como lo hemos dejado apuntado.
Este importante hecho de armas, le permitió al jefe de la insurgencia llevar a cabo el Primer Congreso de Anáhuac, aquí en donde hizo del conocimiento de la población los Sentimientos de la Nación, los cuales fueron leídos por el propio jefe insurgente.
Es lamentable que el edificio en donde fue dado a conocer, tan importante documento de nuestra historia, haya sido demolido hace algunos años, pudiéndolo conservar ya que en 1947 cuando se le demolió, había muchos terrenos en donde pudo levantarse la nueva casona.