7 años del impune crimen

 

Felipe Victoria

 

En el Estado de Guerrero que le dejaron a Héctor Antonio Astudillo Flores, desde el 27 de octubre de 2015, tras ganar unas elecciones boicoteadas por quienes  en un plan con maña pensaban imponer candidato independiente, el panorama sigue difícil y cuesta arriba.

Abogado con trayectoria en la administración pública desde que gobernaba José Francisco Ruiz Massieu, sabe bien que “los demonios sueltos” siguen rondando por el territorio donde son asignaturas pendientes el orden y la paz, porque la disciplina y legalidad son desconocidas y las traiciones siguen a la orden del día.

Desde que asumió el poder Héctor Astudillo enfatizó la deplorable situación en que dejaron Guerrero tras diez años de gobiernos supuestamente “perredistas”, pero con personajes externos que no dejaron contento a nadie.

Rememoro que cuando se llegó a creer que un genuino perredista sería candidato a la gubernatura, lo asesinaron en Chilpancingo el 20 de agosto de 2009; respondía al nombre de Armando Chavarría Barrera, un combativo activista de la Universidad Autónoma de Guerrero, ex senador, secretario General de Gobierno y para esas fechas diputado y presidente del Congreso del Estado, que planeaba iniciar precampaña festejando su cumpleaños 53.

El día del crimen, la imaginería popular apuntó que la palabra sospechoso se escribía con la letra zeta, porque la relación entre la víctima y el entonces gobernador Zeferino Torreblanca siempre fue áspera y de enemigos a todas luces, desde que en 2004 competían por la candidatura, llegando a retarse en un programa radiofónico de Jorge Zamora Téllez.

Perpetrado el asesinato y acomodada la escena, el entonces responsable de investigar el crimen hizo gala de negligencia, si no es que de disimulo y hasta encubrimiento; Eduardo Murueta Urrutia como procurador duró poco tiempo más en el encargo a causa de filtraciones en un diario de circulación nacional, que desvió la atención hacia un posible crimen pasional de parte de posibles damas despechadas.

Recuerdo que lo primero que dijo el entonces mandatario fue que ya sabían cómo y por qué había sido, pero que no les gustaría a los del PRD. ¿Acaso pactaron silencio respecto a promiscuidades de la víctima?

Se le fue el sexenio a Zeferino Torreblanca cambiando dos veces más de procuradores, dejando sin esclarecer el crimen en que lo ubicaron como primer sospechoso natural, resultando que hasta el expediente se les extravió, según denunció el flamante procurador Alberto López Rosas, designado por el nuevo gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, externo en una coalición del PRD con el PT, Convergencia y el  PAN.

Cuatro procuradores con Aguirre Rivero tampoco resolvieron el enigma; Iñaky Blanco Cabrera no supo qué hacer cuando se aproximaron bastante y  durante el año del interino Rogelio Ortega, camarada universitario de Chavarría, que se supondría con interés por esclarecer el caso, tampoco el fiscal Godínez puso en claro nada, ¿o no quiso en su momento?

Se espera ruido en el 7° aniversario del crimen, dentro de cuatro días, pero el fiscal Xavier Olea apenas puede con los acontecimientos actuales en cascada, así que el Caso Chavarría seguirá en la indignante impunidad de la injusticia guerrerense tradicional, porque milagros ya no suceden.

-Tilin, tilín- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, ¿cree que habrá mitote por cumplirse otro año sin que se aclare quienes y por qué mandaron matar al diputado Chavarría el 20 de agosto de 2009, cuando iba entrando de dormir en otra casa?

-¡Shhh… cábrense cayones!. Las intimidades sucias, como la ropita, deben lavarse en casa.

-Aaarajo teacher, hay cosas que son secreto a voces y el personaje era bien conquistador.

-¿De dónde inventan eso, chamacos?

-Hubo publicación en un diario de circulación nacional que mencionaba una especie de harem.

-No succionen.

-Pues para que lo sepa, en la averiguación previa mandaron citar a declarar a varias buenas amiguitas del victimado con quienes tenía relaciones especiales.

-No sean chismosos.

-Chéquelo en el Internet si no cree; inclusive dicen que por eso que se filtró, corrieron al procurador Eduardo Murueta.

-No manchen si era cuatísimo del gober Zeferino. En todo caso les hubiera servido de coartada para un crimen pasional.

-Pues llegamos a escuchar que un padre y el hermano de una estudiante burlada se fueron a desquitar y quesque eran “madrinas” en la judicial.

-Ahí sí se las ponen dura y pelona, porque después se supo de un comandante que aflojó la lengua y hasta lo descuartizaron frente a la Procuraduría, pero mejor bájenle de yemas y si los que oficialmente debieran indagar no lo hicieron, por algo ha de ser; no se metan en camisa de once varas.

-Lo curioso es que los lidersotes del partido tan solo unos días hicieron ruido y después chitón perrito, hasta dejaron en paz al principal sospechoso.

– El que nunca dejó de insistir es Jiménez Rumbo, que era el brazo derecho de Chavarría, ¿qué han sabido de él?

-Pues al parecer apadrina al alcalde sustituto de Pungarabato para que no le pase lo que a Soto Duarte teacher.

-¿Cree que ahora en el séptimo aniversario haga ruido?

-No nos extrañaría ni tantito, aunque no hay elecciones en puerta.

-¿Pues no que era su gran cuate del alma?