Alondra García

 

La Comisión de los Derechos Humanos del Estado (CDHEG), alertó por el registro de casos de ‘sexting’ en menores de 11 a 16 años en Chilpancingo.

El ‘sexting’ es el envío de mensajes, fotos o videos de contenido sexual por medio de teléfonos celulares.

La psicóloga Josefina Martínez García, coordinadora del Servicio Profesional de la CDHEG, informó que este organismo ha atendido casos en los que se han visto involucradas niñas de 11 años.

“Hemos atendido a niñas que van de los 11 a los 16 años, que han sido víctimas de una situación así. Son menores que van de sexto de primaria hasta tercero de secundaria”, comentó en entrevista.

Explicó que existe un ‘modus operandi’ para que las niñas compartan fotografías y videos eróticos de manera voluntaria.

“Normalmente un adolescente o incluso una persona mayor la conquista, le pide que sea su novia, después le pide que le envíe fotos. Pasa de menos a más, primero con fotos de su rostro, después de su cuerpo, después de sus senos, después de su sexo. “El novio pasa de ser un conquistador a ser un hostigador”, detalló.

Destacó que en este punto existe una fase de manipulación o chantaje, ya que el novio tiende a utilizar frases como: “si no me mandas fotografías es que no me amas”.

“Hay una pericia, una habilidad de los adolescentes o de mayores, de perversos sexuales, incluso de gente que trabaja con pornografía en un nivel internacional peligroso”, advirtió.

En muchas ocasiones, dijo, estas imágenes que se comparten por celular de manera privada terminan en redes sociales como Facebook, expuestas ante miles de personas.

“Esto tiene una consecuencia dolorosa emocionalmente hablando, psicológicamente hay un daño fuerte. La menor se convierte en víctima de difamación, de denostación. Normalmente el novio difunde las fotos porque no hay un nivel de respeto, el derecho humano a la privacidad se rompe”, explicó la experta en temas de prevención de la violencia y derechos humanos.

De acuerdo con la psicóloga, las menores que son expuestas de esta manera quedan ante los demás como “prostitutas, fáciles, perras” e incluso se les niega la posibilidad de asumir su calidad de víctimas, lo que las deja en un estado de completa “vulnerabilidad, humillación, impotencia y frustración”.

“El impacto es muy fuerte”, advirtió Martínez García, “todo mundo les niega el estatus de víctima, son unas perras, unas locas en toda la extensión de la palabra, la basura sexual que nadie debería tomar en serio y se preguntan qué será de ellas cuando crezcan y se casen, si el marido las va a ver como pirujas. El impacto es en verdad muy fuerte”, reflexionó la psicóloga.

Por ello, lanzó un mensaje a las niñas y adolescentes: “Quien te presiona no te quiere, desea algo de ti y para eso está haciendo uso del soborno”.