Anuncia el gobernador Astudillo el muy necesario puente del entronque a Chichihualco.— Solo con lanzar opiniones no se va a resolver la inseguridad, dice Marco Leyva a la Diócesis.—Responsabilidad y honestidad para hacer el mejor gobierno en Iguala: Albarrán

 

Enrique Vargas

 

Desde hace años se ha planteado en Chilpancingo la necesidad de que se construya un puente en el entronque de la Autopista del Sol y la carretera a Chichihualco, porque son muchos los accidentes que se han dado en ese lugar y también en el cruce de la colonia Tata Gildo, porque ese lugar se utiliza como el retorno principal de la carretera en dirección a la Ciudad de México.

Es un retorno, el de la Tata Gildo, y un entronque, separados por algo así como 500 metros, sería innecesario hacer dos puentes, por lo que basta hacer una buena obra en el entronque hacia la cabecera del municipio de Leonardo Bravo, porque serviría para hacer un retorno amplio y seguro y dar también la salida hacia ese lugar.

Se trata de una obra, que tendrá un costo de 135 millones de pesos, anunció el gobernador Héctor Astudillo, una cifra elevada, pero que vale la pena invertir, porque es una obra estrictamente necesaria y que ha sido solicitada desde hace muchos años, porque en ambos lugares, el retorno y el entronque se han dado decenas de accidentes vehiculares, con saldo de muertos y heridos.

No se señalaron fechas de inicio de los trabajos, pero el sólo hecho de que se anuncie su construcción es un adelanto importante, porque desde mucho antes sólo se había mantenido como una necesidad que debía atenderse, pero sin que se diera la posibilidad de concretar el proyecto y por fin pueda iniciarse su construcción.

En el anuncio de la realización del puente, se indica que serán beneficiadas unas 40 colonias del norte de Chilpancingo, pero además, es obligadamente necesaria para mejorar la vialidad en esa parte de la Autopista del Sol, aquí denominada bulevar Vicente Guerrero, porque los viajeros que llegan y salen de la capital del estado, encuentran en esos lugares puntos de alto riesgo, por el constante cruce de vehículos, sin que existan en la actualidad señalamientos y semáforos que ayuden a evitar los choques, que han sido bastante frecuentes.

Bien por la obra, una de las más necesarias en esta parte de la ciudad, ya que sirven a los habitantes, pero también, de manera destacada a los muchos visitantes que cruzan o regresan de los destinos de playa.

SOLO CON LANZAR OPINIONES NO SE VA A RESOLVER LA INSEGURIDAD, DICE MARCO LEYVA A LA DIÓCESIS.— Los jerarcas de la Iglesia Católica en el estado mantienen una elevada actitud crítica ante los problemas de la violencia y la inseguridad, pero la Diócesis que se ha caracterizado por ser la más insistente, con posiciones más radicales, es la de Chilpancingo, que con bastante exageración aseguró que existe el riesgo “inminente de un estallido social”, y como propuesta pide “a la ciudadanía que rece y pidan a Dios para que no sea víctima de la violencia y regrese la paz duradera a Guerrero”.

Ojalá la solución fuera tan sencilla como eso, por lo que el alcalde Marco Leyva señaló que es notoria la hiperactividad de la iglesia en el tema, pero advirtió que el problema no se resolverá sólo con opiniones, por lo que cuestionó a la iglesia para que señale qué en ese sentido y qué puede aportar para que los ciudadanos tengamos más seguridad.

Hay que ir más allá de emitir opiniones, insistió el primer edil, como avanzar en la propuesta de que la iglesia puede ser interlocutor con los delincuentes, por lo que planteó que si eso sirve, “pues uno lo respeta”.

Porque la autoridad no puede entrar al diálogo con los delincuentes, porque tiene la obligación de combatirlos y presentarlos ante la ley.

Obviamente, este señalamiento tiene aplicación en muchos casos de los grupos sociales que exigen seguridad, porque cada uno debe ver la forma de contribuir a mejorar esa situación, siempre de acuerdo con la autoridad, para desarrollar estrategias comunes que ayuden a erradicar ese grave problema de la inseguridad y la violencia.

Así, pues, no solo la Iglesia Católica o las iglesias en general deben buscar la manera de aportar algo y no sólo criticar y exigir, para que la seguridad en el estado mejore y permita que retornen la paz y la tranquilidad necesarias, a través de la aplicación de la Ley.

RESPONSABILIDAD Y HONESTIDAD PARA HACER EL MEJOR GOBIERNO EN IGUALA: ALBARRÁN.— Al darse el cambio de los gobiernos municipales, apenas el pasado mes de octubre, los nuevos alcaldes llegaron a revisar la situación en que recibieron las administraciones de las que tenían que hacerse cargo, pero las condiciones que encontraron fueron muy distintas, pues en Chilpancingo, por ejemplo, el nuevo edil Marco Leyva recibió un gobierno en muy buenas condiciones, con el reto de superarlo, pero en el caso de Iguala, Esteban Albarrán se encontró con el peor o uno de los peores, cuando menos.

El cambio de las autoridades fue radical, pues sólo para hacer notar la diferencia hay que recordar que su antecesor y buena parte de su equipo de seguridad está ahora en la cárcel, de donde no será fácil que pueda salir, y eso comprende hasta a la presidenta del DIF, que igual está en esa triste situación de enjuiciada.

Esteban Albarrán ha desarrollado una buena carrera política y hasta ahora ha hecho lo necesario para recuperar la confianza de la ciudadanía en sus autoridades.

Ha contado con una gran ayuda del gobernador Héctor Astudillo, que le facilita la inversión de cantidades considerables de recursos para la realización de obras tan importantes como el Acuaférico, la pavimentación del periférico y otras más.

Aparte, cuenta con el amplio respaldo de la Policía Federal y la Gendarmería, que siempre que es necesario son respaldados por integrantes del Ejército, la fuerza más confiable y segura.

Iguala es otra ya, después de casi 10 meses del nuevo gobierno municipal, que fue recuperado para el PRI y que así habrá de seguir, seguramente, porque está claro que Albarrán entregará buenas cuentas, ya que trabaja con “responsabilidad y honestidad”, todo lo contrario de lo que dejó el perredista José Luis Abarca, de triste memoria para la ciudad “Cuna de la Bandera Nacional”.

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