*El alcalde Chilpancingo pidió a la Iglesia Católica que aporte más que opiniones para resolver el problema de inseguridad que prevalece en Guerrero
Jesús Saavedra
El alcalde Marco Antonio Leyva Mena criticó ayer que la Iglesia Católica solo pida un cambio en la estrategia en materia de seguridad pública, pero no haga acciones concretas con las autoridades para el combate a la delincuencia.
En respuesta a las declaraciones que hizo el domingo el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, al considerar necesario que el gobierno revise y reoriente su estrategia de seguridad, el primer edil capitalino dijo que “veo una hiperactividad de la iglesia en cuanto al tema de seguridad, que bueno que la iglesia y otros grupos se traten de ocupar y opinar de los temas de seguridad; creo que es importante que si hagamos un alto en el camino, pero que entendamos que no solo es opinando como vamos a resolver el problema de seguridad”, manifestó.
Entonces Leyva Mena cuestionó a los representantes de la Iglesia Católica que opinan al respecto, “¿qué está haciendo la iglesia en este apartado?, ¿qué puede proporcionar la iglesia para que tengamos mayor seguridad los ciudadanos?, ¿cómo puede la iglesia a ayudar este sistema de seguridad?”.
Añadió que “si es opinando, nada más escuchamos la opinión, nada más, con todo respeto, o si puede la iglesia, como lo ha dicho el obispo de Chilpancingo (Salvador Rangel Mendoza) que puede ser interlocutor con estos grupos delincuenciales, si eso sirve, pues uno lo respeta”.
En ese sentido se refirió a la propuesta del obispo Salvador Rangel y dio que “como autoridad no podemos meternos en un proceso de diálogo con la delincuencia organizada, somos completamente, totalmente diferentes; la naturaleza de los dos órganos es totalmente diferente; unos actuamos en la legalidad, pero otros totalmente la ilegalidad; unos buscamos la paz y otros la desestabilidad por sus propios intereses, somos de naturalezas diferentes”.
Leyva Mena señaló que el tema de la inseguridad “no es un tema fácil, es un tema delicado donde ponemos la mejor voluntad, es un tema que creo los ciudadanos tenemos que aportar en la política estratégica del gobierno federal, estatal y municipal, si no nos alineamos va a ser muy complicado que armemos un frente de esta naturaleza”.
Y agregó que los grupos delincuenciales “cada vez tienen estrategias diferentes, ocupan territorios, sobornan al aparato de estado, penetran corrompiéndolo, lo debilitan en sus atribuciones es legales y lo que tenemos que hacer es ir cerrando filas y alineando las cosas, si no lo hacemos, porque está violencia viene de un negocio de estupefacientes y tiene una demanda muy grande en Estados Unidos, mientras no termine esa demanda va a ser muy complicado en bajar la violencia”, añadió.