Temas cotidianos

 

Por Félix J. López  Romero

 

Consecuencia de ligereza

 

Hace tres años diputados al Congreso de la Unión, aprobaron modificar la ley de educación, que mediante algunos cambias daría origen la reforma educativa, la cual han levantado una enorme ámpula; quienes la aprobaron están en contra de ella, siendo uno de los tantos motivos para que maestros cetegistas se hayan lanzado a la calle, dando a conocer mediante actos violentos, lo que antes con júbilo aplaudieron.

En un acto de mea culpa, el dirigente estatal del sol azteca, Celestino Cesáreo Guzmán, expresó que su partido modificará dicha ley, la que ha ocasionado antes de ponerse en vigor, diversos disturbios callejeros, los cuales han golpeado severamente a la sociedad, ajena a los actos de provocación que se han llevado a cabo, exigiendo la cancelación de las reformas, lo cual se mira complicado, más aún porque para llevarlas a cabo agreden a la población ajena a sus deseos.

A pesar de todos los daños causados, el líder perredista Celestino Cesáreo Guzmán, sin el menor recato presiona a las autoridades, para que modifique su proceder, porque al cesar a cientos de mentores ocasionara privarlos de un salario. Este que ahora ha dicho debió manifestarlo antes, dejando corres las cosas como si nada sucedería.

Lo dicho por el dirigente perredista, parece haberlo hecho en el desierto, porque los cetegistas han manifestado que continuaran en su lucha, hasta que se derogue lo que ellos quieren se haga. Su falta de voluntad para finiquitar el problema lo han dado a conocer con claridad, al declarar continuarán su lucha hasta el final, indicativo que para ellos, las pláticas que hay en Gobernación para destrabar el asunto bien poco les importan, ya que aquí continuarán con sus actos desestabilizadores.

 

Comerciantes armados

 

Nadie desconoce los días difíciles por los que se están atravesando; sin embargo comerciantes establecidos de esta ciudad, así como del puerto de Acapulco, han venido hablando en los últimos días de pretender armarse, para de tal manera, enfrentarse a los delincuentes, ya que la policía no puede hacerlo por contar solo con toletes, en tanto a quienes tienen que combatir están armados, lo que representa una desventaja, para quienes pretenden poner fin sus fechorías.

En estos últimos meses maestros, o quienes se dicen serlo, han llevado a cabo numerosas acciones de violencia, pretextando se les quiere imponer una reforma educativa, la cual aseguran lesionan sus conquistas laborales.

De manera específica en esta población, los cetegistas se han apoderado de la Autopista del Sol, así como diferentes oficinas del gobierno, en donde han dejado visibles huellas de sus tareas destructoras, porque la policía de acudir lo hace desarmada, dejándola a merced de agresivos mentores, quienes al mirar no son detenidos, se dan a la tarea de destruir todo lo que tienen enfrente.

Un policía no tiene el arma para delinquir, si no para defender a la cuidad; mandarlo sin ella es llevarlo a que sea agredido, como se ha visto que sucede. Si realmente se desea luchar en contra de la violencia, a la policía se le debe restituir el armamento, porque ahora ante la falta de este, no puede frenar a quienes causan daño a la sociedad.

 

A la guerra sin fusil

 

Hace apenas unos pocos días que quedó integrado el Consejo Municipal de Seguridad Publica el cual empezó a funcionar, encabezado por el alcalde Marco Antonio Leyva Mena, teniendo como tarea primaria perseguir el programa Vecino Vigilante, mediante el cual se pretende aminorar los delitos cometidos en la capital estatal.

Como viene sucediendo con otros cuerpos policiacos, este nuevo organismo se encargara de la vigilancia en calles céntricas; irán desarmados llevando solamente toletes, en caso de alguien transgreda las leyes; es bueno se vigile la seguridad política, lo malo es que sus elementos solo lleven teléfonos celulares, para pedir auxilio a sus compañeros de labores en caso de sufrir alguna agresión, de parte de rijosos que por doquier abundan.

Acudir los guardianes del orden público, a cumplir sus tareas sin llevar el arma respectiva, es ponerlos a merced de los delincuentes, porque la desventaja en caso de requerirse sus servicios, será evidente.

Al delincuente no se le corregirá con discursos, si no llevándolo a la cárcel cuando el delito cometido así lo requiera. No será enviándole flores la manera que el delincuente deje de ser lo que es; el que se aparta del camino del bien debe recibir el castigo que su delito sanciona.

La delincuencia no irá a la bajan con buenos deseos, si no poniendo en su lugar a quienes se aparten del camino del bien.

El programa “Vecino Vigilante” se puso en ejecución en las céntricas calles; de dar el resultado que se espera de él, extenderlo a otras zonas de la ciudad.