Entrada de Juárez a México
Por Chanssonier
El 15 de julio de 1867 el presidente Benito Juárez, hizo su entrada triunfal luego de derrotar a las fuerzas conservadoras y francesas, quienes habían sentado en el trono de México al emperador Maximiliano de Habsburdo en 1864, quien tras años más adelanté habrían de fusilar en el Cerro de las Campana, en unión de sus dos principales generales, Miguel Miramón y Tomás Mejía.
A pesar los muchos infortunios sufridos en ese lapso, don Benito Juárez nunca cejo en su lucha contra quienes vinieron a sojuzgar este suelo, teniendo que realizar un gobierno itinerante por todo el país, sin flanquear ningún momento en su lucha, apoyado por los generales de Mariano Escobedo, Ramón Corona, así como el guerrerense Vicente Jiménez Bello, jefe de la Primera Brigada del Sur.
Maximiliano llego al país sostenido por las bayonetas francesas de Napoleón III, por acuerdos previos tenido con los conservadores locales, quienes fueron los encargados de ofrecerle al rubio noble europeo la corona mexicana, según ellos para acabar con las luchas intestinas que sangraban a la nación mexicana.
Ante la invasión el presidente Juárez inicio un gobierno itinerante, pero jamás se exilió del país como eran los deseos de sus enemigos; fue así que estableció su gobierno en diversas ciudades del norte del país, entre otras el Pase, Texas, a la que más tarde se pondría el nombre de Ciudad Juárez.
Cuando las tropas imperialistas fueron aniquiladas, los liberales sitiaron Querétaro, en donde Maximiliano derrotado entregó su espada a sus vencedores.
Luego de arreglar asuntos de estado, el presidente Juárez retorno a la ciudad de México, en donde la población lo recibió con licores y frenéticos aplausos, falleciendo en 1872 en el palacio nacional en donde residía.
Los famosos guayabitos
En el curso del gobierno del licenciado Rodolfo Neri Lacunza (1921-1925), se empezó la construcción de la carretera de terracería, la cual comunicaría esta ciudad con la de Tixtla, teniéndose proyectado extenderla hasta Chilapa, lo que llevaría a cabo más adelante el gobierno encabezado por el general Adrián Castrejón.
Para llegar de aquí a Tixtla se hizo necesario vencer la sierra de Machohua, en la inteligencia que solo se utilizó pico y pala para los trabajos. Poco antes de llegar a Machohua, parteaguas de las cuencas de los ríos Mezcala y papagayo, habían numerosos árboles de guayabo, los que tuvieron un buen desarrollo.
En época de su reproducción muchas gentes se detenían a cortarle su fruto, porque como lo dijimos crecieron silvestres. En tiempo de lluvias el lugar era difícil acceso ya que el barro del suelo dificultaba que los autos pudieran continuar su camino. Para facilitar las cosas muchos choferes le colocaban cadenas en las llantas, pudiendo de tal manera continuar su camino.
El nuevo tramo carretero Chilpancingo-Tlapa, marginó a los amantitos que aunque nunca les faltó visitantes, que acudían a saborear tan sabrosa fruta. Desde que el nuevo trazo carretero los dejó al margen, jamás he vuelto a ese lugar, quedándome solo en la mente de su recuerdo, porque fueron muchas las ocasiones en que al pasar por el lugar, no resistía el deseo de saborear tal fruto.