* CETEG: Bravo, han ganado el odio
* Una minoría, mantuvo su berrinche
* Astudillo hace bien en ignorarlos
JORGE VALDEZ REYCEN
Quiero enviar una felicitación a Reyes Ramos, Walter Emanuel Añorve y Antonia Vélez por la sevicia de sus liderazgos al frente del magisterio disidente.
¡Bravo! Han logrado a pulso el desprecio de miles de acapulqueños a su movimiento inútil, desgastado, desesperado y agónico contra la Reforma Educativa, y sin el respaldo popular –si es que alguna vez lo tuvo, cosa improbable y fantástica— a sus atrocidades.
La CETEG fue la que incendió oficinas del PRI y destruyó la sede del PRD y PAN, además saqueó la casa de gestoría del senador Sofío Ramírez, el edificio “Tierra Caliente” del Palacio de Gobierno, el salón de sesiones del Palacio Legislativo “José María Izazaga”, la Contraloría Interna de la SEG (en dos ocasiones quemada totalmente), así como decenas de vehículos saqueados, quemados… con una pérdida estimada entre los 1,200 a dos mil millones de pesos, cifra conservadora en daños que nadie ha pagado. Y si dudan de la cifra, el secretario de Desarrollo Urbano, Rafael Navarrete tiene los costos de la reconstrucción en folders.
Conforme a lo que la prensa ha documentado con imágenes y despachos, la CETEG acumula en daños causados con extrema violencia a una causa perdida, lo que en 2013 causaron los fenómenos hidrometeorológicos “Ingrid” y “Manuel” en devastación de localidades serranas como La Pintada, San Vicente, Las Parotas, entre otras rancherías.
Reacios a aceptar los mentores de la CETEG –apéndices de la CNTE— que ya los diputados federales y senadores discutieron y aprobaron la Reforma Educativa y, a su vez, los Congresos locales dictaminaron leyes secundarias para cada entidad del país. O sea, ya es cosa juzgada…
Pero con estoicismo e ignorancia, un sector cada vez más reducido, representativo, de no docentes y administrativos que laboran como “aviadores” en la SEG son los que están encapuchados alentando el berrinche y lloriquean porque no sean descubiertos que sus plazas y claves son fraudulentas, ilegales y producto de la corrupción. A eso se aferran, la mayoría de los “inconformes” con la reforma.
Mi maestra de sexto grado de primaria, originaria de Chilpancingo, de apellido Catalán, fue ejemplo de lucha contra el charrismo sindical del SNTE y fundadora de la CETEG, al lado de Horacio Bahena. Claro que había indignación en el magisterio por viejas prácticas que asfixiaron en la corrupción a todo el magisterio, sin excepción. Había unos pocos que rompían la regla y hacían la excepción. A ellos, todos con nombre y apellido, se les debe premiar y reconocer.
También a Reyes, Walter y Antonia… ejemplos de sevicia. Mi profundo desprecio a su irresponsable proceder, como el de miles de acapulqueños que no tienen quizá la oportunidad de expresarlo en este periódico o en otros medios.
El gobernador Héctor Astudillo Flores ha sido cauto y, me parece, asume una actitud inteligente y serena en no engancharse a la provocación de estos mercenarios de la educación y compinches embozados. En todos los tonos les ha enviado mensajes de que su lucha no es el la autopista, ni en la costera Miguel Alemán, ni en calles o plazas cívicas.
La lucha magisterial debieron hacerla en las aulas, en las escuelas, con los padres de familia como aliados… pero fueron torpes, miopes y tontos. Equivocaron la estrategia de lucha cuando vieron aprehender a Elba Esther Gordillo Morales, en el magistral golpe y colapso al imperio que construyó en décadas.
La CNTE se amamantaba de ella y de gobernadores que no querían “P-2” con rijosos y corruptos pseudo maestros. Mejor era continuar con el usufructo de plazas, compradas o arrancadas en la negociación bastarda y en lo oscurito. Hasta que la reforma los desnudó, revolcó y los convirtió en parias antisociales.
Felices vacaciones, maestros. A gastar sus quincenas en los últimos pataleos y berrinches.
¡¡Qué pena!!
Nos leemos mañana… SIN MEDIAS TINTAS.