Por Felipe Victoria Zepeda
Las posibilidades de que la tempestad política nacional en ciernes sobre el sur mexicano, desde Chiapas hasta Michoacán, pasando por Oaxaca y Guerrero obviamente, amaine, son relativamente pocas.
Muchos analistas de cafetería le apuestan a que los teachers maestros son capaces de todo, menos de desaprovechar sus periodos vacacionales, con lo que harían una pausa en sus operativos de guerrilla urbana bloqueando carreteras y calles, tomando casetas de peaje, atracando negociaciones y vandalizando instalaciones oficiales para dañar equipos y desaparecer documentación.
Las presiones al gobernador Héctor Astudillo Flores deben tener su precio para los dos o tres líderes principales de la CETEG, que repartirían migajas a sus segundones y las huestes para que disfruten las vacaciones de dos semanitas, y después regresar a enchinchar la borrega con bríos renovados.
¿Sería González de la Vega Otero o sus canchanchanes de más confianza los comisionados para entregar las cantidades de soborno por chantaje para estarse en paz unos días?, ¿de qué porcentaje serían los diezmos esta ocasión?
Por supuesto que esto es una hipótesis muy temeraria, más no una aseveración, pero muchas cosas por sabidas se callan, así como que no hay más cera que la que arde.
No tiene mucho que mencionaron que había sido inútil haber contribuido con los maestros en rebeldía y que estos no cumplieron estándose en paz como ofrecieron a cambio.
Lógico que pocos días antes del inicio de la temporada vacacional recrudecieran sus estrategias los cetegistas chantajistas, confiados en que “por estrategia política” la Fiscalía General a cargo de Xavier Olea se haga disimulada y no cumplimente debidamente las órdenes de aprehensión dictadas por jueces para encarcelar líderes magisteriales.
Pero aunque en Guerrero saquen adelante los difíciles días que se avecinan, las cosas no pintan igual en Chiapas y Oaxaca, donde ya no solo están en pie de guerra los docentes impertinentes, sino pobladores y grupos belicosos también, que ya se fijaron como meta tumbar al secretario de Educación, Aurelio Nuño, a como dé lugar y de paso tambalear las aspiraciones presidenciales de Miguel Ángel Osorio Chong, mientras José Antonio Meade quedó como redentor-salvador del hambre a casi un millón de habitantes virtualmente en estado de sitio.
Muy extraño que ahorita haya poco ruido en Michoacán, pero no sea que preparan un estallido considerable y entonces Guerrero quedaría encapsulado a dos fuegos.
Los disidentes quieren todo o nada y no piensan dar un paso atrás, Osorio Chong ante el silencio obligado del aparente causante del conflicto violento insiste en reiterarles que “el tiempo de la tolerancia se acabó”, pero como a los niños malcriados, o se les castiga y da sus chanclazos de veras, o no hay que amenazarlos sin cumplir, porque entonces se burlan y se crecen, sienten que su manto protector es la CNDH y tantas organizaciones no gubernamentales y la misma prensa insumisa guerrillera, que ayudan a la causa nacional del tabasqueño que le juró a Peña Nieto hacerle una revolución y no dejarlo gobernar en paz hasta obligarlos a dejar el poder.
No es oportuno hablar ni calcular cuál sea la posición de las fuerzas armadas pendientes de las órdenes de su comandante supremo, pero es imaginable su malestar y temor, mirando cómo el fuego va creciendo, y una solución pacífica mediante discursitos se ve cada día más lejana por la cadena de tibiezas y torpezas para imponer el orden y la paz en esos cuatro afligidos estados.
A la pomposa Gendarmería y Policía Federal ya les fue como al perro de la Tía Cleta, en Nochixtlán, quedando en ridículo Enrique Galindo, escondido entre hielos igual que Renato Sales Heredia, un buen abogado pero jamás policía.
¿Despidiendo a Nuño y otros cesarían las hostilidades? Es factible, pero no probable, porque entre más les concedan a los insurrectos, más exigirán, y entonces a ver quién se desmonta de su macho primero.
Del bando gubernamental no quieren que haya lastimados ni muertos, pero de parte de la insurgencia magisterial les urgen nuevas víctimas como banderas de protesta y lucha, así las cosas no se puede apostar a un empate.
Mientras tanto, narcos y extorsionadores haciendo de las suyas en muchas ciudades importantes y poblaciones, las corporaciones policiacas no tienen tiempo de entorpecer sus trasiegos ni de prevenir ejecuciones y ajustes de cuentas; la población espantada, a punto de encerrarse a piedra y lodo poniéndose a rezar.
-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.
-Maestra Pizarrina, ¿habrá fiesta de graduación para los que terminan la Primaria y la Secundaria?
-Miren chamacos, las tradiciones no deben morir y como sea son buen negocito de las escuelas.
-Pero se manchan con el gasto de trámite por entregar los certificados teacher.
-Ni modo chamacos, quien le manda a sus papis tener hijos y ponerlos a disque estudiar. No se les olvide que habrá ofertas especiales para quienes los inscriban a los cursos especiales de regularización durante las vacaciones.
-Aaarajo teacher, no tienen ustedes llenadera.
-Los ricos sí tienen para disfrutar vacaciones viajando a otras partes: los jodidos no tienen donde dejarlos a ustedes más o menos seguros mientras se van a trabajar, por eso damos ese servicio, sirve que de veras les enseñamos algo.