* La constructora Casaflex quiere resolver el problema quitándole peso a las viviendas que están destinadas a los afectados por las lluvias de hace tres años, admite el delegado de esa dependencia José Armenta
Fernando Hernández
El presidente Casaflex, Carlos García Vélez, se niega a demoler las 32 viviendas del Fraccionamiento El Mirador en las que se han detectado daños estructurales, y ofreció a la Delegación en Guerrero de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) derribar sólo una parte de las viviendas dañadas.
Casaflex es la empresa responsable de la construcción de las viviendas para los damnificados por la tormenta ‘Manuel’, cuyo paso por Guerrero está próximo a cumplir 3 años en septiembre próximo.
La tarde de este martes, representantes de la constructora se reunieron en privado con el delegado estatal de la Sedatu, José Manuel Armenta Tello.
Al concluir la reunión, el funcionario federal puntualizó que la postura de la Delegación Estatal de la Sedatu es que se efectúe la demolición de las 32 viviendas en las que se han registrado daños estructurales, porque “no podría permitir que la gente habite en un producto de mala calidad, o mal hecho”.
Añadió que “lo que planteo es que no pudiéramos dejar que las estructuras se queden como están y que cada año se nos busque para dar explicaciones de por qué no se tomaron decisiones adecuadas”, abundó Armenta Tello.
Sin embargo, explicó que la postura de la constructora es la de solamente “remover una parcialidad de los edificios” en los que se detectaron las afectaciones.
Explicó que en la reunión los representantes de Casaflex plantearon “que pudieran retirarle peso a las viviendas; es decir a los edificios de tres niveles quitarles uno, o aquellas de dos niveles quitarles uno”, pero “estamos hablando de un tercio de las viviendas en las que se han detectado afectaciones”, señaló el funcionario.
-¿Quién se hará responsable de los gastos de una eventual demolición la empresa constructora, o la Sedatu?- se le preguntó.
-A ese punto no hemos llegado, pero me tiene ocupado, porque ya tomada la decisión procederíamos entonces a buscar los elementos administrativos para hacer la demolición. En este momento estamos buscando elementos técnicos para tomar las decisiones- precisó el delegado.
Recordó que como parte de los contratos que se otorgaron a la empresa constructora se depositan fianzas y éstas en un momento dado amparan montos en un primer momento de la obra.
Pero hay una cláusula que tiene que ver con vicios ocultos, es decir con las irregularidades que se pudieran registrar una vez concluida la construcción. Sin embargo, para acceder a ella hay que agotar procesos legales y “esto es lo que me preocupa, el que nos podamos enfrentar a un proceso largo tortuoso y la gente sigue en espera de que les entreguen su casa”, admitió el delegado.
Cuando se le preguntó si cuando la constructora inició las obras del fraccionamiento había dictámenes relacionados con un fenómeno de inestabilidad o plasticidad del suelo sobre el que se edificó la unidad habitacional, Armenta Tello puntualizó que la constructora argumenta que “alguien hizo plataformas –sobre las que se montaron los edificios—, y otra fue la empresa que hizo las viviendas”.
En ese sentido agregó que “las plataformas tenían unas características especiales y tenían una capacidad de carga que había sido proporcionada por un especialista y ellos aseguran que los estudios de mecánica de suelos indicaba que tenía las características que ellos habían solicitado, y no entienden por qué ese comportamiento, y otros han argumentado que las afectaciones a las viviendas se deben al exceso de humedad que se ha generado en el predio”, acotó.
Abundó en que “yo estaría en contra de pensar en que el fraccionamiento tuviera que tener un mantenimiento permanente para evitar que el subsuelo tuviera que ser filtrado”.
Comentó que un especialista en mecánica de suelos de la constructora ha señalado que para el rellenar los espacios sobre los que se construyeron los edificios se usó una mezcla en la que se utilizó el 50 por ciento del material de la zona y para la otra mitad se utilizaron materiales de mayor estabilidad que cumplía a cabalidad con las características de carga para soportar las viviendas.
Sobre la responsabilidad de la empresa constructora en las afectaciones en las 32 viviendas del fraccionamiento expresó que en la reunión se cuestionó a Casaflex sobre si había construido las casas para los damnificados en plataformas inestables.
Y ellos dicen que hicieron mediciones de la capacidad de carga de las plataformas y que la empresa que hizo los estudios de mecánica de suelos había determinado que no habría riesgos.
Entonces infirió que algo se hizo mal al momento de rellenar las zonas sobre las que se montaron los edificios, o mezcla que se utilizó no fue la correcta, o se hicieron mal las mediciones.