Temas Cotidianos
Félix J. López Romero
Justicia por mano propia
Vivimos un estado de derecho dentro del cual, todos deben acatar el mandato de la ley; quien no lo hiciera así recibirá lo que su torcida conducta así lo determine. Nadie puede negar los tiempos duros por los que atraviesa, pero serán las autoridades quienes penalicen los castigos, porque nadie puede ni debe hacerse justicia por mano propia.
Lo anterior lo manifestamos porque vecinos del fraccionamiento Rio Azul, han hecho pública su advertencia, en el sentido que lincharán a los delincuentes que atrapen robando en sus hogares, o autos cuyos propietarios dejan en la vía pública.
Es bien visto que el vecindario proteja su patrimonio; lo que no lo es, es que prenda llevar a cabo, la cual está a cargo de la policía municipal. Hemos leído en los medios de comunicación, cuando es atrapado un ladronzuelo, lejos de poderlos en manos de la autoridad los golpean de manera salvaje, como si tal actitud se pusiera fin a robos y otros muchos delitos.
Lo recomendable es que si son vecinos atrapan en flagrancia a un ladrón, lo pongan a disposición de la autoridad, que será la que se encargue de darle la pena correspondiente. El hecho que el vecindario se haya armado de machete, palos y otros objetos, quizá sea simplemente una maniobra para ahuyentar a los malandrines.
Duro golpe económico
Los paros, marchas y plantones han dañado gravemente a la ciudad, la que ha estado perdiendo su ritmo de ventas, las cuales según decir de sus dirigentes los obligarán a cerrar aun negocios, porque sus ventas han bajado; a esto debe agregarse el flujo de compradores, quienes temen salir de sus hogares ante una inseguridad manifiesta.
Ante la tirantez que se está viviendo, empresarios de Acapulco están acordes que el gobierno debe pactar con la Ceteg, para frenar los múltiples desmanes cometidos sobre todo por gentes ajenas al conflicto, al que solo concurren para poder medrar. Precisamente por eso es bueno que las partes que tienen diferencias, puedan resolverlas mediante el diálogo.
Si los maestros beligerantes hubieran hecho reclamos, antes de dar inicio a sus movilizaciones, posiblemente los asuntos que los condujeron a dejar las aulas podría haberse conjurado, no se viviría los amargos días por los que está pasando la población.
Lo deseable en el caso es que exista un entendimiento entre las partes para que todo vuelva a la normalidad.
Con distintas posturas
La convocatoria formulada por las autoridades la secretaría de Educación Pública, dirigida al cetegismo, con el propósito de poner fin al paro educativo que llevan a cabo, parecer ir dirigido a quienes no entiendan razones, los que han advertido que desde hoy sus acciones no serán pacíficas. Esto deja mirar que no cesarán las protestas, si no por el contrario serán más frecuentes.
Con sus marchas, plantones y otras muestras de rebeldía, al no aceptar lo mandatado por las autoridades del ramo, los cetegistas le han causado un daño irreparable a la niñez, porque alta parte de ella no recibe enseñanza, por lo tanto no podrán acceder a un mejor nivel académico.
A los maestros cetegistas lo único que les importa, es recibir oportunamente su salario y otras prestaciones, en tanto la niñez queda en un segundo plano como claramente se mira.
Si las partes hoy en conflicto hubieran establecido un acercamiento, desde el mismo momento que surgió el problema, la SEG con su silencio contribuyó para que cientos de maestros abandonaran las aulas, porque según ellos se hacían nugatorios todos los bienes alcanzados. Al carecer de respuesta respondieron con un paro laboral, que con sus rudas protestas han lastimado a la sociedad en general.
Más vale tarde que nunca; buscar un entendimiento es lo prudente, no anunciar que en lo sucesivo sus acciones no serán pacíficas. En realidad nunca lo han sido como es de todos bien conocido.
Lo aconsejable es que las partes en conflicto, con la seriedad que se requiere discutan el problema, dándole la solución que se considere más conveniente para bien de todos.