Felipe Victoria
Incongruencias peligrosas
Si se tratara de contar cosas bonitas y forjar ilusiones como en los olvidados cuentos de hadas de antaño, júrenlo que hasta concursos municipales y estatales hubiera para los afectos a utilizar la pluma con alguna corrección, contando historias con finales felices.
Lamentablemente en la actualidad mexicana las planas de periódicos y revistas a veces escurren sangre, pero en deficientes apuntes derivados de míseros boletines que ya hasta pudieran ser de “machote” dejando libres los espacios para anotar el género de la víctima, edad presumible, número de impactos por arma de fuego o de partes en que fueron descuartizadas, lugar y hora del crimen y si hay suerte el nombre de los que les tocó morir en esta vorágine incontrolable de ajustes de cuentas.
Los lectores siempre se quedan “mochos” de información y de los fallecidos nunca más se sabe nada, porque pareciera que tampoco nada investigan las autoridades encargadas de perseguir delitos y capturar delincuentes, con eso de que no ven flagrancia y anteponen la prudencia política de pretexto para no cumplimentar las ordenes de aprehensión que los jueces penales obsequian
En mis tiempos a esas actitudes se les llamaba omisión del deber, negligencia dolosa o simple complicidad, por las razones que fueran…punibles todas ellas, en el mejor de los casos simple ineptitud, carencia de voluntad política para procurar y administrar justicia o contubernio intolerable.
Claro, no existía el pretexto enorme del respeto irrestricto a los derechos humanos, que con el tiempo se transformó en recurso procesal para proteger delincuentes e inhibir la energía legal policiaca en flagrancia.
No creo que esa hubiera sido la intención final del Dr Jorge Carpizo ni de Jorge Madrazo Cuéllar o Juan Alarcón Hernández hace un cuarto de siglo; con que la bajaran de intensidad a la tortura como método de investigación policiaca bastaba, sin por ello justificar la inacción y disimulo contra maleantes que se padece ahora de costa a costa y de frontera a frontera.
Hemos llegado a extremos indignantes en que grupos, gremios beligerantes y sectores anarquistas hacen lo que se les da la gana sin que autoricen a las fuerzas del orden a ponerlos quietos ni a detenerlos en el momento de cometer delitos diversos y la peor aberración, que hasta dinero les dan a líderes para sus movilizaciones, bloqueos y plantones.
Hace muy poquito que Aurelio Nuño se asomó por Guerrero, donde tiene o tenía puesta la mira en líderes corruptos del magisterio disidente.
Entiendo las razones de altos funcionarios para ordenar impedir que se acercaran al secretario de Educación Federal periodistas críticos que pusieran el dedo en la llaga; no me imagino al Fiscal General Olea dándole clases de “´prudencia política” para evitar masacres como la de Nochixtlán en Oaxaca hace una semana.
Total, los que se quedaron embroncadísimos con el fallido y torpe operativo federal fueron Osorio Chong, Renato Sales y Enrique Galindo con otro problema que la narcoinsurgencia magisterial explotará para seguirle enchinchando la borrega al presidente Peña Nieto.
A la mera hora el tal millonario Nuñez quedó fuera de la cárcel con módica fianza por esas consecuencias del nuevo sistema acusatorio y obviamente por una deficiente consignación incompleta.
Me da la impresión de que en Guerrero le midieron el agua a los camotes y prefieren dejar libres a varios requeridos por la justicia que hacer idéntico ridículo.
Total, que sigan tomando casetas de peaje, bloqueando avenidas y carreteras o quemando lo que les plazca para que no quede huella de transas financieras recientes, en que algunos funcionarios pudieran haberse quedado con los respectivos diezmos.
¿No se les ha ocurrido pensar qué sucederá el día que caiga la gota que derrame el vaso de la paciencia popular y cualquier ciudadano agraviado en sus derechos de libre tránsito, enfurezca y les eche el vehículo encima a los bloqueadores, o que algún comando ciudadano “Fuenteovejuna” linche a plantonistas bloqueadores y capture a encapuchados para ajusticiarlos?
Qué bueno que ande la gente distraída con el juguetito nuevo del Acabús y los faraónicos anuncios oficiales de grandes inversiones, en el mundo maravilloso y virtual de la aristocracia de la burocracia contenta con sus logros y privilegios, pero a los jodidos de a pie ya les queda muy poca paciencia e historias tremendas como la de la revolución francesa a veces se repiten, o más a la mexicana estallidos sociales destierren presidentes.
La maestra Pizarrina anda en Oaxaca y traje a las acapulqueñitas:
-¡Riiing…salinsliiim!
-Comadre Proculina, ¿disfrutaste el sabadito de media tregua y ayer no hubo muertitos?
-Ya perdí la facultad de asombro, dichosos los de las funerarias.
-¿Y qué dice tu Alcalde?
-Ya aprendió a mesurarse y mejor se queda calladito, esperando que la federación venga a resolver los problemas locales.
-¿Se la quiere llevar a de a muertito?
-Eso es lo que parece manita y ni cómo hacerle entender o recapacitar, al cabo ellos andan en vehículos blindados y escoltados, nada que les quite el sueño.
-Ujule manita, entonces por algo han de sobornar líderes para que no se les ocurra tomar acciones directas contra funcionarios y sus familias.
-¡Shhh…cábrate cayona!, ni Dios lo mande o permita.
