Temas Cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

 

 

Feminicidios a la alza

 

Hasta no hace mucho tiempo los femenicidios eran prácticamente desconocidos; la violenta muerte de una mujer era un acontecimiento que se comentaba por largo tiempo; en la actualidad su número se ha elevado de tal manera, que el diputado del partido Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, ha insistido ante sus colegas del Congreso del Estado, se declare una alerta de enero por los femenicidios ocurridos, sin que hasta ahora los miembros del poder legislativo, hayan puesto atención al problema que cada día se vuelve más preocupante.

En la actualidad el asesinato de mujeres, se está volviendo una rutina sin que la policía averigüe a qué obedecen, porque la manera de ejecutarse indica una terrible saña, aun cuando de manera oficial siempre se oculten sus orígenes, o de plano los desconozcan quienes tienen la obligación de averiguar sus motivos.

La mayor parte de las mujeres asesinadas eran jóvenes, las que hayan sido seducidas por quienes les dieron muerte, sin que hasta el momento se conozcan los móviles de tan primitivo proceder.

Según el fiscal estatal, Javier Olea Peláez, los feminicidios que se han cometido son siete, en tanto los demás los clasificó como asesinatos. Sea una u otra cosa, es el caso que las muertes violentas de mujeres, van en aumento sin que quienes tienen la obligación de investigarlos lo lleven a cabo, porque de ser de tal manera algunos homicidas, ya estuvieran en manos de la justicia.

 

Siguen robando camiones

 

Se viene haciendo una pésima costumbre, que grupos que tienen exigencias con los poderes públicos, lo primero que se le ocurre es bloquear carreteras, sin importarles causarles daños a quienes se transportan en autobuses, totalmente ajenos a los actos realizados.

Cuando se pensaba que los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, no se apoderarían de más camiones como método de presión, para conocer el paradero de 43 de sus compañeros que no aparecen, en días pasados secuestraron un camión de la línea Futura, el cual trasladaron a sus instalaciones en la cercanía de Tixtla, donde está su plantel.

Lo más grave de todo esto es que elementos de la Policía Federal de Caminos, presenciaron el suceso ocurrido en la cercanía de El Parador del Marqués, en el entronque con la Autopista del Sol, sin atreverse a la detención de los jóvenes delincuentes, agarrados en flagrancia.

La gente está cansada que desde el poder público, se le diga se vive dentro de un estado de derecho; de ser así se hubiera detenido a los falsos estudiantes, porque quien es así está en las aulas, no perjudicando a gentes que nada tienen que ver en su lucha.

Mientras las autoridades toleren los desmanes estudiantiles, al igual que de los maestros cetegistas, la sociedad estará en sus manos como es fácil advertir.

 

Salen a luz corruptelas

 

Las diferencias surgidas entre el regidor Mario Moreno Sotelo, con el alcalde Marco Antonio Leyva Mena, sacaron a la luz la sobrecarga de empleados en el ayuntamiento, el cual según declaraciones del titular del municipio, tiene en su nómina 3,400 trabajadores de los que salen sobrando 1,700 para sacar adelante las labores que allí se realizan.

Si la plantilla de empleados es del doble de la que se requiere, sobre todos para la prestación de servicios públicos, el alcalde debió cesar al que hubiera menester, sin cargar culpas a su antecesor Mario Moreno Arcos.

Desde el principio de su administración, hace apenas unos cuántos meses, desde este mismo espacio apuntamos que el titular del ayuntamiento, estaba contando nuevo personal porque así se requería, para tener al municipio trabajando bien.

Ante los señalamientos poblacionales, en el sentido que la comuna podría trabajar correctamente con la mitad de sus empleados, Leyva Mena aceptó que podría ser así, pero hasta el momento no ha dado un solo paso para tal logro.

Hasta ahora la comuna no ha realizado una obra pública trascendente, que venga a beneficiar a alta parte de la población, ocupando su tiempo en hacer pequeñas reparaciones en vías públicas, en tanto la dotación de agua potable continúa siendo un reclamo pro su inexistencia.

 

Un día en opacidad

 

El pasado día 7 de los corrientes, se celebró el Día de la Libertad de Expresión, fecha en la cual funcionarios del poder público solían reunirse, con los representantes de diversos medios periodísticos, para reafirmar respetos mutuos.

La primera vez que tal fecha se celebró en esta entidad, fue en el curso del gobierno del ingeniero Darío L. Arrieta Mateos, en 1955, sirviéndose una cena en un restarurant de la ciudad, rifándose algunos regalos entre los asistentes.

El festejo se oficializó en la administración del licenciado Alejandro Cervantes Delgado, entregándose reconocimientos en diversos géneros periodísticos. El arribo a la gubernatura del contador Zeferino Torreblanca Galindo, hizo desaparecer de un plumazo la fecha, la cual dejó de celebrarse desde entonces.

Gratuito enemigo de la prensa, el ex mandatario pretendió hace poco volver a ser alcalde de Acapulco, dándole la espalda el electorado.

Lo que se siembra se cosecha.