Asesinato de Almonte

 

Por Chanssonier

 

Eusebio S. Almonte nació en Cutzamala de Pinzón, población de la Tierra Caliente; para salir del común denominador de los habitantes de su solar de origen, se trasladó a Chilpancingo inscribiéndose en el Instituto Literario del Estado, en donde cursó la carrera para licenciado en derecho de la que egresó, para enseguida dedicarse a la postulación instalando su despacho en esta misma ciudad.

Declarado enemigo del régimen porfirista, el que de manera dictatorial gobernaba el país, lo atacó desde las páginas del periódico “El Eco del Sur”, lo que le costó que el gobierno estatal encabezado por el coronel Antonio Mercenario, lo echara de la entidad radicándose en el vecino Morelos, desde donde continúo con sus críticas al sistema gobernante.

De manera silenciosa penetró al estado, a invitación de Anselmo Bello Cañeda, quien tenía proyectado expedir en 1901 en Mochitlán el Plan de El Zapote”, que tenía como propósito exigir la devolución de sus tierras, ahora en manos de hacendados de la región. Almonte no pudo existir mandando un representante.

Conociendo el gobierno encabezado por el señor Agustín Mora, que el precursor revolucionario Eusebio S. Almonte pretendía regresar a Chilpancingo, para encabezar una rebelión campesina que exigiría la devolución de tierras, de las cuales habían sido despojados, fue delatado por un espía oficial, justamente cuando transitaba por la Cañada de El Zopilote, en donde se le ejecutó para enseguida trasladarlo a esta ciudad, sepultándolo en la parte noroeste de la alameda, enfrente donde hoy está el edificio de la Cruz Roja. La muerte de Almonte ocurrió el 5 de junio de 1901.

Fue en el curso del año de 1945 cuando los restos de líder fueron exhumados, para trasladarlos al panteón viejo. Hace algún tiempo cuando se celebraba el día de la libertad de expresión, se otorgaba un galardón con el nombre de este luchador social.

 

La masacre de El Charco

 

Porque supuestamente preparaban una conspiración en contra del gobierno, miembros del Ejército Mexicano dieron muerte a once personas del poblado de El Charco, municipio de Ayutla, cuando se encontraban en una reunión. Este lamentable suceso se llevó a cabo el 7 de junio de 1998, cuando el vecindario estaba reunido en la escuela “Caritino Maldonado Pérez”, con un grupo de estudiantes universitarios, quienes habían concurrido al poblado en mención, con el propósito de llevar a cabo obras de urbanización.

Los militares se hicieron presentes en “El Charco”, porque fueron alertados que habían llegado elementos del ERPI, guerrilla confrontada con las autoridades federales.

De manera sigilosa según periódicos de la época, los que dieron a conocer los sucesos, los soldados arribaron haciendo disparos a discreción, por lo cual como ya se dijo, once personas perdieron la vida, entre tanto los detenidos fueron encarcelados en Acapulco, abandonando su reclusión conforme se fueron conociendo los hechos; por parte del ejército no se detuvo a ninguno de sus elementos. Era en ese tiempo gobernador del estado Ángel Aguirre Rivero.

El Charco ha sido el hecho de sangre de mayor repercusión en los últimos años; en 1996 ocurrió la matanza del vado de Aguas Blancas, en Coyuca de Benítez, la cual obligó al gobernador Rubén Figueroa Alcocer, solicitar licencia de su cargo.