Temas Cotidianos
Por Félix J. López Romero
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En lugar de sumar sus esfuerzos para terminar con la violencia que se respira por doquier, el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, aseguró que el grupo que jefatura sumará a elementos de la Policía Rural de la Sierra, si tales son sus deseos, lo cual le han expresado Ismael Cástulo Galván y algunos subalternos de éste, quienes operan en el municipio de San Miguel Totolapan y otros más, ubicados en el filo mayor de la Sierra Madre del Sur.
Cástulo Galván dio a conocer sus diferencias con el gobierno estatal, quien hasta ahora no les ha cumplido con la entrega de patrullas y armamento, por lo cual sus tareas se miran limitadas por ese motivo.
Si los policías comunitarios no están encuadrados, dentro de un cuerpo de seguridad dependiente de la administración pública, no se mira razón alguna para que se les otorgue, lo que están reclamando de manera airada.
Los comunitarios empezaron sus tareas, tanto en municipios de la Costa Chica como de la Montaña, para combatir el abigeato lo que se efectuó con éxito. Enseguida se formaron cuerpos paralelos, que han presionado para que el gobierno les entregue armas, pero sin comprometerse sea el estado quien los jefature.
Si en realidad desean combatir el delito en todas sus formas, los comunitarios deberían colaborar con el gobierno en esa tarea, lo que no hacen porque quieren ser autónomos, aun cuando se les ha pedido su colaboración para acabar con bandas delincuenciales, lo que han rechazado, porque solo quieren se les arme sin prometerse a nada de nada.
Atender los reclamos
Nunca como ahora las bandas delincuenciales tienen atemorizada a la población, la que de hecho han convertido en su rehén; por lo anterior la diputada federal Beatriz Vélez Núñez, ha urgido a las autoridades redobla sus tareas de vigilancia, en virtud de una serie de amenazas y extorsiones que han padecido tanto médicos como personal de apoyo, en los municipios de Chilapa y Zitlala, así como algunos de la Tierra Caliente.
La grave situación por la que pasan, ha originado que tanto médicos como personal de apoyo, que prestan sus servicios en esos lugares, se hayan dirigido a la secretaría de Salud solicitando un cambio de residencia, ante las continuas amenazas recibidas de parte de la delincuencia, cuyos elementos los tienen amenazados de secuestrarlos, si no cumplen con sus exigencias económicas, advirtiéndoles que quienes se resistan a cumplir sus deseos, serán asesinados o secuestrados como ya ha ocurrido.
Tratando de no sufrir daño alguno, tanto en su persona como familiares, 44 trabajadores de Salud entre médicos y personal administrativo, han pedido de manera urgente al titular del ramo un cambio de adscripción, ya que están temerosos que los delincuentes cumpla sus amenazas.
Por desgracia se están viviendo días difíciles, por lo cual los cuerpos de seguridad pública, se han mirado rebasados por quienes quieren tener a la sociedad a su merced.
En caso de concederles a los peticionarios lo que están solicitando, ¿quién cubrirá las vacantes que dejen?.
Escasos recolectores
Como es bien sabido a los ayuntamientos les corresponden, dotar de los servicios públicos, tales como agua potable, alumbrado, construcción de calles y banquetas, el tránsito vehicular y la recolección de basura, entre otros.
El acelerado crecimiento poblacional ha ocasionado, que algunos de ellos hayan sido rebasados por las necesidades, entre otras el tener las calles en permanente aseo, porque se carece de la cultura de la limpieza, dado que el vecindario es proclive a tirar sus desechos en la vía pública.
De acuerdo a una declaración formulada por el alcalde Marco Antonio Leyva Mena, el ayuntamiento tiene un parque vehicular de tan solo 12 unidades, recolectándose diariamente 130 toneladas de basura.
Desde hace algún tiempo un grupo de particulares, lograron concesiones para recolectar desechos, haciendo famosa la frase: “la basura jefa, la basura”. Como nunca faltan los envidiosos, le están exigiendo al ayuntamiento les retire las concesiones, bajo el sobado argumento quítate tú para ponerme yo.
Mientras la comuna no cuente con camiones suficientes, para llevar a buen término sus tareas, si particulares están ofreciendo un buen servicio, como se ha mirado sucede, deben dejarlos trabajar porque quien sale ganando con esto es la ciudad, cuyas calles estarán libres de desperdicios, que gentes inconscientes los dejan en la vía pública, por no espera el paso de quienes deben
recogerla.
Pagar lo que es justo
La gente responsabiliza a las autoridades municipales, cuando éstas no les proporcionan los servicios públicos que consideran merecer; si una calle o una banqueta, no están bien arregladas como quisiera el vecindario, se critica sin saber si no hay dinero para su reparación.
Quienes ahora protestan contra la administración local, son los poseedores que explotan estacionamientos públicos, quienes están reacios al pago de una pequeña cuota adicional, porque lo que hacen no está acorde a sus ingresos, los que son altos según reconoció un concesionario.
Ante lo que se pretende llevar a cabo, porque se trata de un simple sondeo, uno de los concesionarios manifestó que un peso con veinte centavos que tendrán que cubrir adicionalmente en el futuro, los descapitalizará y por lo tanto preferirán cerrar sus negocios, antes de ceder a ese pequeño cobro.
Ser dueño de un estacionamiento, es tener en las manos un negocio redondo. Antes cuando no los había la gente exigía su establecimiento, sobre todo para que no se robaran ninguna unidad. Actualmente que hay varios sus dueños se niegan a cubrir un nuevo aunque raquítico aumento, sea por día, hora o fracción de ésta.
Aquí las cosas no gustan ni frías ni calientes; si hay un pequeño aumento tarifario es rechazado, como también lo es el establecimiento de parquímetros, que a nadie gusta los haya. Total aquí agrada todo, menos pagar un poco más a cambio de tener una ciudad ordenada.