¿Misiles defeños?
Felipe Victoria
Olegario Vázquez Aldir hace buen papel dirigiendo ‘Excélsior’, con un equipo eficaz de periodistas y columnistas, a quienes –como en vida lo hacía Don Manuel Añorve López— me gusta leer frecuentemente, porque vale la pena enterarse de cómo nos ven desde fuera de Guerrero, aunque lastime.
En su columna del 11 de mayo, Juan Carlos Sánchez Millán lanzó un misil escribiendo sobre Acapulco, lo que respetuosamente transcribo:
“La Perla del Pacífico, llamada así la bahía de Acapulco, otrora joya de la corona mexicana desde los tiempos del presidente Miguel Alemán. Paraíso terrenal que cobijó a varias generaciones mexicanas y desde antaño destino turístico de grandes celebridades hollywoodenses y del mundo aristocrático europeo en los años 50, ha quedado en la memoria e historia de todos los que vacacionamos en sus hoteles, playas, discotecas, bares y restaurantes. Hoy, Acapulco es la ciudad más insegura del país”.
“Los cárteles de la droga pelean su control todos los días como parte de la geografía delictiva del narcotráfico. La amapola que se produce en Guerrero ha hecho de este estado la manzana de la discordia. El gobierno federal ha enviado miles de policías federales, soldados del Ejército y la Marina armada a poner orden sin lograrlo. Los recientes sucesos del 24 de abril desnudaron la ineficacia que se ha dado hasta entonces”.
“No es creíble que los sicarios sin más ni más llegaron y rafaguearon los hoteles donde están hospedadas las fuerzas federales. Pareciera un juego de niños, de ‘policías y ladrones’ correteándose a balazos por las principales avenidas del puerto”.
“Con la vida de los habitantes de Acapulco no se debe jugar. ¿O quién engaña a los titulares del Gabinete de Seguridad? ¿De quién es el negocio? Desde las componendas con los cárteles de la droga, hasta el alquiler de hoteles y comida de miles de elementos de las fuerzas federales. Repito, ¿quién se beneficia? Ya basta de chamaquear a los de arriba y a los ciudadanos. El más tonto o inocente ciudadano percibe el olor pestilente que emana de todo este circo barato”.
“Insisto, ¿quién estaba al mando de los sistemas de videovigilancia del puerto y, concretamente, de sus principales avenidas? ¿Será posible que no tengan mecanismos alternos?, halconeo, dirían en el argot coloquial los narcos, para avizorar el paso de los convoyes de gatilleros al servicio del crimen organizado”.
“¿Cuál será el costo social y político y, a qué precio? Por lo pronto, en respuesta el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, junto al secretario Salvador Cienfuegos, anunció que 414 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se harán cargo de las cámaras de los centros de control, comando, comunicaciones y cómputo (C4) ubicados en Acapulco e informó se instalará en el puerto un centro de control (C5) con más cámaras de vigilancia, infraestructura adecuada, mejor tecnología y personal capacitado que realicen acciones de rastreo y detección de criminales”.
“Ante más de 600 líderes empresariales, prestadores de servicios y hoteleros de las diferentes regiones de la entidad, el gobernador Héctor Astudillo y el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, analizaron la seguridad en el puerto, la crisis económica en la que está inmerso, resultado de la crisis de seguridad y violencia en la que viven los acapulqueños. Comprometiéndose a reforzar los operativos en 11 colonias conflictivas y continuar con la depuración de los policías, aplicando un programa especial de prevención del delito. El grupo de coordinación que integran funcionarios de los tres niveles de gobierno, mandos policiacos y castrenses realizarán mesas de trabajo en seguridad y justicia con empresarios y universitarios en Acapulco, Taxco, Chilpancingo y cinco municipios más”.
“Acapulco ha sido importante para la vida comercial de México, en la época de la Colonia llegaban los grandes barcos, que desde la Nueva España traían mercancías de Europa y Asia para comerciarlas aquí. Las 2 célebres naos de China hacían travesías desde Manila, Filipinas, colmadas de riquezas y tesoros. Desde telas y objetos de seda (calcetas, pañuelos, colchas y manteles), alfombras persas, de la India, piezas de algodón y abanicos; arcones, cofres, biombos y joyeros laqueados, peines y porcelanas finas de Japón; además de especias como clavo, pimienta y canela. Acapulco fue un destino comercial. De aquí se enviaba plata fundida en barras o monedas, tintes, semillas, tabaco, camote, cacao, aceite de oliva y vino. Y ahora, tristemente, solo exportamos droga. ¿O no estimado lector?”
-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.
-Maestra Pizarrina, ¿no le enoja que desde el ex DF hundiéndose en la inseguridad, digan cosas feas de Acapulco y Guerrero?
-No confundan la magnesia con la gimnasia chamacos. Que por desgracia suceden cosas feas aquí, es otra cosa y las comentan solamente, para que los políticos y funcionarios no se duerman en sus laureles y pongan soluciones, bajándole a la arrogancia aldeana.
-¡Ujule teacher!, no le eche más fuego a la hoguera.
-Es que hay que ponernos las pilas, para poner remedios oportunos; Héctor Astudillo y Evodio Velázquez, si quieren, podrán, cuando no se engañen con lisonjeros ni se distraigan en foros bizantinos.
-¿Qué es eso maestra?
-De tarea averígüenlo, pero fue cuando discutían sobre el sexo de los ángeles.
-¿Parecido a qué fue primero entre el huevo y la gallina?
-Más o menos como la simbiosis cuasiperfecta entre policías y malhechores.
