* “Se hace la Manifestación de Impacto Ambiental, se hace la propuesta de mitigación, la Profepa nos hace sus consideraciones, quita la clausura y continuamos con la ejecución”, explicó Armenta Tello
Gilberto Guzmán
El delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), José Manuel Armenta Tello, aclaró que no están cancelados en forma definitiva los proyectos de construcción de viviendas en los municipios de Mochitlán y Eduardo Neri, luego de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) determinó parar los trabajos porque no se cumplió con los estudios de impacto ambiental, conocidos como MIA.
El jueves se informó que la Profepa clausuró dos obras de reubicación y construcción de vivienda del Plan Nuevo Guerrero en Mochitlán y Zumpango, debido a que no se hicieron los estudios de impacto ambiental ni de cambio de uso de suelo en terrenos forestales, y por las afectaciones que el desarrollo inmobiliario provocó en la zona.
Con estas, suman tres unidades habitacionales destinadas para damnificados canceladas, en este caso porque no tienen los documentos necesarios para su construcción; la otra es el fraccionamiento Papagayo en la localidad del mismo nombre perteneciente al municipio de Juan R. Escudero.
En entrevista, Armenta Tello explicó que una vez que se subsane la carencia del Manifiesto de Impacto Ambiental, en el que se proponga la mitigación de las afectaciones al entorno, la Profepa va a retirar la clausura y la Sedatu podrá reiniciar los trabajos en los fraccionamientos, y de ninguna manera quedarán inconclusos.
“Ahí se hace la Manifestación de Impacto Ambiental, se hace la propuesta de mitigación, la Profepa nos hace sus consideraciones, quita la clausura y continuamos con la ejecución”.
“Es un trabajo que ya se está haciendo y se encuentra incluso en un proceso de gabinete. No es un acto de rebeldía o de Marisela (Ruiz Massieu, delegada de Profepa). Esto lo hemos venido platicando, son procesos legales que tenemos que salvar”, explicó.
Armenta agregó que antes de que concluya el 2016 se tienen que realizar estudios de impacto ambiental y mitigado lo que se hizo en el pasado.
En cambio, en el caso de los palafitos, las viviendas construidas en Papagayo, municipio de Juan R. Escudero y que la gente rechaza, Armenta precisó que la Sedatu no tiene ningún interés en que la Profepa retire la clausura que estableció hace casi dos semanas, “estamos pidiendo que se construya en otro sitio”.
El delegado indicó que no estos estudios de impacto ambiental no se hicieron antes en la delegación de Sedatu “por ignorancia” de quienes le antecedieron, “no sé quién específicamente, a quien le correspondía ver permisos, licencias y todo lo que hoy obligan las leyes, reglamentos para ejecutar obra”.
Dijo que es lógico que se tengan que hacer estudios y más en la creación de fraccionamientos en donde se utiliza una superficie que no está impactada, que no ha sido intervenida por la mano del hombre y en la que debería existir el apoyo de las instancias correspondientes.
“En este caso, la Profepa con un documento que le llaman Manifestación de Impacto Ambiental para que se valore el estado en el que se encuentra, el estado de intervención y afectación que tendrás al medio ambiente y las acciones para corregirlo o mitigarlo”, agregó.
En el caso de Azinyahualco, uno de los fraccionamientos que también se encuentra clausurado, Armenta precisó que se va a continuar la construcción y que se han tomado acciones legales contra la Empresa 15, como terminar de forma anticipada el contrato por diversas irregularidades, para que sea una empresa distinta, con capacidad financiera y técnica la que continúe los trabajos.