Temas cotidianos
Por Félix J. López Romero
Insultantes términos para sus defendidos
Vidulfo Rosales Sierra el abogado defensor de los padres de familia, de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, está en el ojo del huracán enseguida de conocerse llamadas telefónicas en You Tube, entre el activista y su esposa, en donde se refiere a aquéllos como “pinches indios piojosos, agregándoles el de “pinche bola de indios”.
Rosales Sierra forma parte del grupo “Tlachinollan”, organismo defensor de los derechos humanos en la región de la Montaña; por su profesión de licenciado en derecho, fueron alquilados sus servicios, para investigar y dar con el paradero de los jóvenes estudiantes, de quienes no se tienen noticias de su paradero desde el 27 de septiembre del 2012. A partir de entonces ha recorrido diversos países del mundo, dando a conocer este reprobable suceso.
Ahora al hacerse pública la comunicación de Rosales Sierra, lo ha negado de manera rotunda expresando nunca dijo lo que se le atribuye, como tampoco recibió dinero que le entregó una organización no gubernamental, para que continúe buscando hasta ahora a los ilocalizables.
Denostar a los indígenas con las duras frases que pronunció, es pretender vanamente colocarse al margen de lo dicho, porque el litigante también es hijo de esa tierra, la que se caracteriza mayormente por la alta pobreza que viven sus habitantes. Si como suele decirse Rosales Sierra ya la regó, lo menos que puede hacer es guardar silencio; su enojo no le quita a lo dicho, lo que piensa de sus congéneres, que lo único que desean y buscan afanosamente, es conocer el paradero de sus descendientes. Negar lo dicho es simplemente buscar una salida por sus ofensivas palabras.
Con justa razón los padres de los normalistas deben guardar enojo, por los denigrantes comentarios de quien se supone, está para defenderlos no para insultarlos como lo ha hecho.
Al margen de lo anterior en el muy manoseado caso de Ayotzinapa, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), acaba de abrir una nueva línea de investigación, en la que involucra a policías locales de Huitzuco, como agentes federales, como quienes también participaron en ese reprobable suceso, el que hasta ahora nadie había señalado, en este hecho sucedido a finales de septiembre del 2014.
Cada día se descubren nuevos hechos, tal y como lo hizo saber el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, quien ante tantas versiones contradictorias, anunció otras líneas de investigación, para resolver este delicado asunto, que parece se ha convertido en engrudo en las manos que lo tocan.