* El presidente municipal dice “no al diálogo gobierno-delincuencia y sí a legalización de la amapola”

 

Jesús Bello

 

El alcalde Marco Antonio Leyva Mena dijo estar en contra de un posible trato para lograr la paz entre el gobierno y la delincuencia organizada, aunque dijo que aplaudiría al obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, si cumple su palabra de fungir como intermediario con grupos de la delincuencia para eliminar los altos índices de violencia en esta región.

El edil encabezó ayer el evento que anuncia el onceavo Festival del Pozole y el Mezcal, que durará del 6 al 10 de mayo en esta ciudad, donde participarán al menos 26 mezcaleros, 28 artesanos y más de 30 pozolerías en este evento “tan significativo para la entidad”, dijo.

Este festival iniciará con el tradicional “huentli”, recorrido que anuncia el inicio de este evento que se lleva a cabo año con año, en las instalaciones de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo.

Por otra parte, Leyva Mena opinó durante una entrevista sobre la propuesta de monseñor Salvador Rangel, de hablar con los grupos delincuenciales que operan en Guerrero para buscar la paz.

“Como autoridad, desde luego que no lo vamos a hacer, son personas que están fuera del Estado de Derecho, sin duda no se puede”, aclaró.

Sin embargo precisó que si el propio obispo quisiera fungir como intermediario y tratar de mover el espíritu, buena fe y conducta a los delincuentes, “yo lo aplaudo”.

En este sentido también mencionó que el tema de la legalización de la amapola para fines medicinales, debe ser analizado minuciosamente, pero afirmó que servirían además para mejorar la economía de los pueblos en el estado.

“Debemos verlo como un tema viable. Considero que si no hacemos eso, pueden hacerse zonas violentas y el gobierno municipal no puede ser autista a problemas de carácter social”, concluyó. (API)