Temas cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

El agua hasta ahora es una promesa incumplida

 

Ante la incontenible crecimiento poblacional, desde hace buen tiempo autoridades en sus tres niveles de gobierno, han venido prometiendo que la escasez de agua que históricamente se ha estado sufriendo, tocará a su término al entrar en servicio nuevas fuentes de abastecimiento, que acabarán con el problema que con el correr de los días se vuelve más angustioso. Al mal que se padece solo se le ponen parches calientes, para poderle bajar la hinchazón, cuando lo requerido es una medicina que acabe de una vez por todas con la enfermedad.

Para tener una ciudad con suficiente agua, para cubrir sus muchas necesidades, el gobernador Héctor Astudillo Flores, a quien acompañaron el alcalde Marco Antonio Leyva Mena, así como el director de la Comisión de Agua Potable, Arturo Palma Carro, anunció en una gira de trabajo que realizó por diversas colonias, que se invertirán más de 240 millones de pesos, para mejorar el sistema de agua potable, así como para el saneamiento de río Huacapa y barrancas que le tributan sus contaminados líquidos.

El ofrecer no empobrece el dar es el que aniquila, dice un muy conocido refrán. Hace poco menos de dos años cuando visitó Chilpancingo, el presidente Enrique Peña Nieto, ofreció dotar a la capital guerrerense, del agua requerida para su desarrollo general; la promesa quedó en eso, porque nada se ejerció sobre lo acordado.

En la actualidad los tres sistemas que dotan de agua a la ciudad, quedaron rebasados en su entrega, por lo que se hace necesaria una inversión mayor que una vez por todas, venga a resolver la carencia del líquido la que cada vez se hace más angustiosa.

Mientras se haga realidad, el anuncio dado a conocer por el gobernador Astudillo, se continuará sufriendo el desabasto de agua, al que ya se está acostumbrado.