ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— El presidente del Consejo Interreligioso del Estado, Salvador Cisneros Preciado informó que por lo menos cinco sacerdotes han sido asesinados en los últimos 10 años, víctimas de la violencia, la mayoría de ellos en la región de Tierra Caliente.

Entrevistado en el marco del Foro Internacional de Derechos Humanos, realizado este jueves, Cisneros Preciado dijo que existe sospecha de que estos crímenes fueron cometidos por la delincuencia organizada, pero nunca han sido esclarecidos.

Ante la situación de violencia que registran diversas regiones de Guerrero, el clérigo señaló que la Iglesia católica podría servir como mediadora entre las autoridades y la delincuencia para pactar una tregua, como la que han propuesto comerciantes de Acapulco.

Sobre si la violencia ha alcanzado a los representantes religiosos, señaló que “hemos tenido decesos de sacerdotes víctimas de la delincuencia organizada. Estamos expuestos como lo están todos en la calle al recibir una extorsión”.

Agregó que hasta ahora la delincuencia no ha entrado a las capillas a intentar extorsionar o a amenazar a los curas, pero en los últimos 10 años, cinco sacerdotes han sido asesinados, cuatro de ellos en Tierra Caliente y uno más fue el misionero africano, secuestrado y muerto en Chilapa.

Señaló que hasta ahora no está claro el móvil de los crímenes de los cinco sacerdotes y que tiene conocimiento de que ninguno tuvo una amenaza previa salvo contra su vida, sólo el extranjero, quien se negó a oficiar un servicio días antes.

“Hay rumores de que el sacerdote se negó a hacer un bautizo a una persona de la delincuencia, es como atacar a un funcionario. Son casos aislados que por la profesión suceden. Pasa cuando no se complace los intereses de este tipo de personas”, expresó.

En cuanto al llamado que el miércoles pasado hizo la presidenta de la Asociación de Comerciantes Establecidos en la Costera, Laura Caballero Rodríguez, a hacer un pacto con las bandas delincuenciales, consideró que se debe tener claro en qué consisten esos pactos.

Expuso que “hay dos vertientes para solucionar un conflicto: la mediación y negociación, el impacto a un comercio y llegar a tratar a resolver un asunto para resolver un conflicto. Debe quedar bien claro, porque los medios distorsionan mucho cuando se habla de pacto o negociación, no es llegar a negociar para que puedan distribuir su droga fácilmente. Es llegar a disolver” la actividad ilícita que están abordando.