* En visita a la comunidad de Papagayo, el delegado José Armenta explicó que las viviendas no se construyeron durante su gestión, y que si los beneficiarios las consideran no aptas para habitarlas, serán reubicadas
* Se debe auditar la aplicación de recursos federales para la reconstrucción, considera diputada federal del PRD, Lluvias Flores
GILBERTO GUZMÁN
JUAN R. ESCUDERO.— Familias de la comunidad de Papagayo que resultaron damnificadas por las tormentas ‘Manuel’ e ‘Ingrid’, en septiembre del 2013, señalaron que no habitarán las viviendas que pretende entregarles la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) por considerarlas de pésima calidad, al haber sido construidas con el sistema palafito, lo que las hace inestables e inseguras.
Este lunes, el delegado de la Sedatu, José Manuel Armenta Tello, llegó a la comunidad para realizar una visita de supervisión a las viviendas, a petición del alcalde Leonel Leyva Muñoz y de la diputada federal Lluvia Flores Sonduk, ambos del PRD, con el fin de determinar las acciones a aplicar para agilizar la entrega de viviendas que a dos años y seis meses de la contingencia siguen esperando los beneficiarios.
Esas son periqueras, no casas
Sin embargo, el funcionario fue encarado por habitantes del lugar que le reclamaron la pésima calidad de las viviendas, construidas durante la gestión del ahora diputado local Héctor Vicario Castrejón como delegado de la Sedatu, quien dejó la dependencia en noviembre del 2014, prácticamente un año después de iniciado el proceso de reconstrucción conocido como Plan Nuevo Guerrero.
Incluso los inconformes trataron de impedir que el delegado, el alcalde y la diputada subieran a la zona donde se construyeron las viviendas, las que definieron como “periqueras”, porque al ser construidas como palafitos, quedan sostenidas por morillos de madera colocados sobre columnas de concreto, lo que provoca que la vivienda se mueva cuando alguien entra.
“Esas no son casas, son unas periqueras, y queremos soluciones”, reclamó el señor Ricardo Mesino ante un Armenta Tello sorprendido por las muestras de inconformidad.
La diputada Lluvia Flores intervino para calmar los ánimos: “A ver, tranquilos. Está aquí el delegado José Armenta para que nos dé una solución. Sabemos que las casas no están habitables y que de ninguna manera se va a arriesgar a la población a habitar esas casas. Son casas que están inestables, el suelo no está macizo (…) yo los invito a que el delegado pueda conocerlas, sepa cómo están, y hagamos compromisos sólidos”.
Flores Sonduk recordó que hay una minuta que firmó el delegado que relevó a Héctor Vicario, Alfredo Fernández Peri, en la que asumió el compromiso de subsanar las deficiencias de origen en la construcción de las viviendas, pero no cumplió
La señora Ninfa Avilés García se quejó de que al lugar han ido funcionarios de la Sedatu que en recurrentes ocasiones han subido a supervisar las viviendas y no llegan a ningún arreglo.
Agregó que cuando se firmó la minuta, asistió personal técnico de la Sedatu que se dio cuenta de la mala calidad de las viviendas que se construían y no hicieron nada para modificar la situación.
“Dicen: tranquilos, que no les gritemos, pero nos gustaría que se vinieran a vivir aquí, en éstas condiciones donde nosotros vivimos, para que puedan sentir lo que uno siente”, intervino Ricardo Mesino.
Delegado ofrece reubicación
Antes de subir a supervisar las viviendas, el delegado de la Sedatu ofreció: “Yo quiero que vayamos, que lo vea diputada. Si no están convenientes las casas, no van a ser habitadas, y si son habitables, se van a arreglar las cosas que se tengan que arreglar, incluso la servidumbre, para que puedan acceder a ella. No es posible que dos años y medio después, no puedan hacer ustedes uso de las viviendas”.
Explicó que la misma empresa que construyó las viviendas que rechazan los beneficiarios, tendrá que resarcir las afectaciones.
Pero las mujeres de la comunidad insistieron en que las casas deben ser construidas en otro terreno y que estén asentadas sobre el suelo firme, no como actualmente se encuentran suspendidas por pilares mal construidos.
Armenta Tello les explicó a los inconformes que es delegado desde el 11 de noviembre del 2015, que como similar al de la comunidad de Papagayo tiene más de 40 problemas que atender, y que en todos se tienen que encontrar soluciones.
“Con gusto estoy aquí, y de verdad que si ustedes no quieren, a fuerzas no se van a ir, nosotros vamos a buscar soluciones, hasta que se convenzan todos, si es que ahí es apto, y si no, buscamos otro lugar”, reiteró.
Constatan mala calidad de viviendas
Después de caminar por una pendiente durante 15 minutos, funcionarios y ciudadanos llegaron a la zona donde se construyeron 34 viviendas, que el delegado José Armenta constató por qué la gente se inconformó ante las deficiencias en el sistema de construcción denominado palafito, que se utilizó en el fraccionamiento.
“Ellos argumentan, y tienen razón, que la casa es muy inestable por sí sola, nosotros incluso sentimos el hecho de estar aquí caminando, es real el movimiento”.
Indicó que se ha planteado la reubicación de las 34 viviendas, para las cuales se tendría que buscar un nuevo terreno, tomando en cuenta la opinión de la comunidad para que acepte el nuevo predio.
Argumentó que el problema no es la vivienda, sino el sistema que se usa para desplantarlas y darle soporte, “a base de morillos de madera, muy libres, muy esbeltos, y eso es lo que provoca este movimiento, la inestabilidad”.
Armenta mencionó que el costo de las viviendas oscila en alrededor de 120 mil pesos y 70 mil adicionales en el caso de las reubicaciones, por el costo de la dotación de servicios, por lo que en Papagayo la inversión es superior a los 60 millones de pesos.
Diputada exigirá auditoría a recursos
Sobre el tema, la diputada Flores Sonduk criticó la carencia de planeación, que derivó en la pésima calidad de las viviendas que hoy genera el rechazo de los beneficiarios:
“Se tiene que reubicar la construcción de estas viviendas, están inhabitables, ya escucharon a la gente, están palpándolo ustedes en carne propia, las casas se mueven, son casas inestables totalmente, y no podemos arriesgar a los ciudadanos”.
Anunció que los diputados federales pedirán una revisión al ejercicio de recursos en la construcción de viviendas para la reubicación de familias damnificadas.
“Lo vamos a hacer, vamos a auditar a quien resulte responsable, porque no se puede estar jugando con la vida de los ciudadanos”, concluyó.