Benemérito de las Américas

 

Por Chanssonier

 

El 21 de marzo de 1806 nació en Guelatao, pequeño pueblo del estado de Oaxaca, el ilustre licenciado Benito Juárez García, a quien por sus inigualables tareas políticas, el congreso de la república de Colombia le otorgó el título de Benemérito de las Américas, además de otras distinciones que le fueron entregadas por otras naciones. Su célebre frase El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz, es ejemplo de una conducta honesta encaminada al logro de una concordia entre los pueblos.

Atraído por el derecho estudió la abogacía en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, de donde egresó en 1834; en julio de 1843 tomó en matrimonio a la joven Margarita Maza. Enseguida de ejercer cargos políticos locales, resultó electo diputado federal, para al poco asumir la gubernatura, siendo desconocido por el presidente Antonio López de Santa Anna, quien lo desterró de Oaxaca. De regreso al país retornó por Acapulco, presentándose enseguida al general Juan Álvarez, quien en su hacienda La Providencia redactó el Plan de Ayutla, que echaría para siempre del poder al dictador.

El 19 de enero de 1858 asume la presidencia de la república, en tanto en julio de 1859 expide las Leyes de Reforma, gustándole las prebendas e las que gozaba la iglesia católica. En 1862 se inició la intervención francesa de México, la que más adelante sentaría como emperador a Maximiliano de Habsburgo, al que se le fusilaría en Querétaro el 18 de junio de 1867. Juárez acuñaría su célebre frase, el respeto al derecho ajeno es la paz. El 18 de julio de 1872 víctima de una enfermedad del corazón, el inmenso licenciado Benito Juárez García expiró, hecho sucedido en su alcoba del palacio nacional. El más grande monumento para perpetuar su recuerdo es el hemiciclo, que está en la alameda central de la ciudad de México, obra que se debe al arquitecto Guillermo Heredia, realizado por el escultor Lazorine, utilizándose mármol de Carrera para el recubrimiento. Los trabajos de construcción recayeron en el ingeniero Ignacio León de la Barra, quien pronunció el discurso de inauguración, que se efectuó el 18 de septiembre de 1910, con motivo de las fiestas del centenario de la independencia de México. El costo de la obra se elevó a 299 mil, 438 pesos.

 

Llegada de la primavera

 

“El invierno se fue al fin

La primavera ya vino,

Los pájaros con su trino

Alegran hoy mi jardín”. (FJ. L.R)

 

Ayer concluyó el invierno para dar paso a la primavera, estación que se caracteriza por la proliferación de plantas de ornato, las que dejan mirar sus múltiples colores, en tanto los árboles despojados de sus hojas se miran reverdecer.

La abuela fue una mujer que siempre tenía muy buen cuidado el jardín hogareño; en él había ejemplares raros como son la astronómica y los jazmines de área y España. En la parte de atrás que antes había servido de machero hubo tulipanes, en tanto sobre una barda descansaban las ramas, de una bien cuidada bugambilia de un vivo color rojo.

Traspasando un corredor había sembradas rosas de distintas variedades, ofreciéndole un particular interés; una hilera de alcatraces perfumaban por las noches tan grato lugar.

Por otra parte es la primavera, la estación en donde los amores se entregan sin condición.