Inauguran un hospital

 

Por Chanssonier

 

En el curso de una gira que realizó por la entidad, el 16 de marzo del 2013 el presidente de la república Felipe Calderón Hinojosa, inauguró en Tierras Prietas el hospital general Dr. Raymundo Abarca Alarcón, el que substituyó al del mismo nombre, ubicado en la avenida Guerrero, frente a la alameda “Granados Maldonado”, el que también llevó ese nombre, sustituyendo al antiguo nosocomio denominado “Guerrero”, inaugurado en el mes de septiembre de 1910, como parte de los festejos del centenario de nuestra independencia.

El “Guerrero” fue una recia construcción de arquitectura neoclásica, la cual aún le quedaban muchos años de vida, pero por capricho de un gobernante se le demolió, levantándose en su mismo lugar un nuevo hospital, que arquitectónicamente jamás lo superó el que se levantó en su lugar. Ahora a muchos años de no ser utilizado para nada, el abandono lo está destruyendo.

El hospital general de Tierras Prietas, lleva el nombre de Raymundo Abarca Alarcón, para perpetuar el nombre de un médico que en el ejercicio de profesión fue destacado. Egresado de la Escuela Médico Militar, ejerció su carrera en la ciudad de Iguala, en donde ganó merecida reputación, estando al frente de un sanatorio que llevó su apellido; sin ser militante en la política resultó electo presidente municipal.

Más tarde el caprichoso destino lo condujo a gobernar el estado, cubriendo el período de 1963 a 1969, entregando el poder al profesor Caritino Maldonado. Dedicado a tareas personales murió al poco de dejar el poder, estando sepultado en el antiguo cementerio de esta ciudad.

 

Gobernador cuatro veces

 

En la ciudad de Guadalajara, capital de Jalisco, nació el 25 de marzo de 1831 el general Francisco O. Arce, quien gobernó Guerrero en cuatro ocasiones; al pretender un quinto período un movimiento armado, encabezado por el general Canuto Antonio Neri, lo obliga a renunciar.

El general Arce llegó a esta entidad, para acabar con las diferencias políticas surgidas entre el gobernador Diego Álvarez Benítez, con el general Vicente Jiménez Bello, quien pretendía convertirse en cacique avalado por su destacada participación, en contra del imperio de Maximiliano cuya tumba fue Querétaro.

El 25 de enero de 1869 Arce fue elegido gobernador, por los miembros del Congreso del Estado, a sugerencia del presidente Benito Juárez; al mirar que en la entidad no había ninguna institución de altos estudios, fundó el Instituto Literario del estado, el que abrió sus puertas en Tixtla, entonces la capital, el 21 de noviembre de 1869.

En 1870 debido a los problemas creados por el general Jiménez Bello, los poderes se trasladaron a esta ciudad. Este mandatario fue sin duda un hombre progresista, construyendo las administraciones que encabezó la apertura de caminos, escuelas, impulsando además la construcción del ferrocarril, alentando además el tendido de líneas telegráficas.

Los muchos años en el poder que lo estaban convirtiendo en dictador, trajo consigo un movimiento popular que lo echó del poder, lo que sucedió el 20 de abril de 1893, siendo substituido por el presidente del Congreso del Estado, diputado Manuel Parra. El general Arce fue en los últimos años de su vida, magistrado del tribunal militar.