Temas cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

Legalizar drogas bajaría la violencia

 

Con relación al cultivo y la comercialización de las drogas, el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Héctor Astudillo Flores, tienen diferentes formas de mirar este problema tan extendido por todo el país. Mientras el mandatario nacional ha manifestado su postura en el caso, expresando no ser partidario de su legalización, dejando la responsabilidad al Congreso de la Unión, el mandatario estatal se mostró partidario de legalizarla, por considerar que su escasa siembra y comercialización, permitiría una sensible baja en la violencia que por la que se atraviesa de algunos años a esta parte.

Este problema tan delicado, empezó a tratarse con la seriedad que el caso requiere, desde hace algunos años cuando diversos grupos de la sociedad han manifestado a favor de su legalización, en el entendido que en otros países el consumo de la marihuana está permitido; entre nosotros la Suprema Corte de Justicia de la Nación, solo permite su uso restringido, a quienes han recurrido a ese máximo tribunal, logrando les sea permitido de manera restringida.

Astudillo Flores defendió su propuesta de legalizar las drogas, porque no será el único país que lo haga, expresando por ejemplo que en Perú su consumo es legal, bebiendo las familias te preparado con coca. Efectivamente así es, pero en el caso de México y Guerrero de manera específica, gradualmente podría restringirse la siembra de narcóticos y su comercialización, regresando los campesinos a las tierras de labor que les ofrecerán el sustento que habrán de llevar a sus mesas.

La propuesta de Astudillo por su sensatez, debería ser escuchada en los altos círculos políticos, en donde se toman las decisiones para la buena marcha del país. Lo expresado por el gobernador es cuestión que no debe soslayarse, por el contrario llevarla a la práctica para el logro de un pueblo armónico.