SADYHEL ASTUDILLO
Recientemente se dieron a conocer los resultados de la evaluación a docentes que se llevó a cabo a nivel nacional y como la mayoría nos enteramos por diversos medios, los resultados no podrían llamarse alentadores. Poco más de la mitad de los profesores que presentaron esta evaluación reprobó o apenas y la pasaron.
Tristemente cabe mencionar que en los estados de Michoacán, Oaxaca, Chiapas y Guerrero —así es, para variar estamos en más “listas negras”— aún no se lleva a cabo la evaluación pero que, antes de que finalice la primera mitad del presente año esta se debe de haber realizado y así tener un censo de todos los estados de la República.
Independientemente de cuáles sean los resultados que se reciban de estos cuatros estados, no podrán ser lo suficientemente positivos como para borrar esa mala imagen de tener una enorme cantidad de maestros reprobados. Cabe agregar a esto que, esas entidades federativas que restan son de los más rezagados en varios aspectos básicos, entre ellos la educación.
En varias de estas, sus colaboraciones he mencionado la importancia de que nos formemos de una cultura general amplia y que, dentro de esos temas que debemos de interesarnos por conocer, deben de estar la ciencia y la tecnología. Sin embargo, ahora me doy cuenta que el problema no es simplemente una falta de interés o de tiempo por la lectura; si no que, esas carencias suelen venir de años atrás; remontándose a nuestra etapa de estudiantes, cuando asistíamos diariamente a la escuela, a aprender y lograr seguir avanzando académicamente, pero, al parecer lejos de lograr labrarnos un sendero sencillo y concreto, este se formó lleno de baches y lagunas.
Si bien algo que mencionan mucho en las escuelas es que, la educación viene de casa y es deber de los padres inculcarla y eso es algo realmente sensato ya que un profesor no podrá hacerse cargo de cada uno de sus alumnos como si fueran sus hijos y dedicarle su tiempo a cada uno de ellos.
Por ello, cada determinado tiempo se cita a los padres o tutores para informarles de los avances y logros o de los retrasos y fallos de sus hijos. En el mejor de los casos el estudiante tiene padres responsables que velan por su educación, en el peor, no se preocupan por él o les importa un comino su educación. Es en esos casos cuando los profesores toman más tiempo y dedicación para que esos chicos mejoren tanto académicamente como personalmente y logren salir avante de los que se les ponga enfrente.
Baso este último párrafo en mis experiencias vividas y en las que fui conociendo de mis compañeros de clase durante mi etapa como estudiante, sin embargo, puedo ver que la situación actual es totalmente distinta.
Si ahora contamos con profesores que no acreditan un examen para demostrar que están capacitados para desempeñar su cargo, mucho menos podemos esperar que se preocupen por sus alumnos y porque estos aprendan y mejoren dentro del aula; a menos que los chicos sean autodidactas y con un empeño de oro, tarde o temprano al igual que sus maestros terminaran reprobando o pasado de “panzazo”. Ahora el cargo para los padres de los estudiantes será doble, además de asegurarse de que sean bien educados y personas útiles dentro de la comunidad, también deberán de cerciorarse de que lo aprendido en la escuela es correcto y de utilidad y que no simplemente les estén llenando la cabeza con paja o información falsa.
Esperemos que con los resultados de esta primera evaluación, los docentes se pongan en otra actitud y mejoren su persona y sus métodos de aprendizaje y enseñanza, porque de seguir así estarán formando las peores generaciones para México y el país no está para recibir eso.
Debemos entonces mejorar y exigir que los maestros de nuestros hijos, hermanos y conocidos estén preparados y dando una buena educación. No por esto debemos de culpar o dejarles todo el trabajo a ellos, debemos también de poner nuestra parte; apoyando al estudiante a que se interés por lo que le enseñaran en el aula y a que se comporte como una persona de bien.
Pongámonos en acción para que en la próxima evaluación estos resultados queden opacados y las generaciones sean cada vez mejores.
letrasadyhel@outlook.com