* Así lo declaró el presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Saúl Castro Hernández, quien pidió a las autoridades “mecanismos de reacción” ante este problema

 

ALONDRA GARCÍA

 

Más de 27 mil niños se quedaron sin clases en Acapulco, debido al cierre de 30 escuelas de Educación Básica porque los miembros de la planta docente recibieron amenazas y extorsiones del crimen organizado.

El presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Saúl Castro Hernández, lamentó que la inseguridad y violencia hayan afectado al sector educativo en varios municipios, y reiteró que Acapulco es donde más escuelas han tenido que cerrar a causa de las amenazas de grupos delictivos.

Detalló que las zonas más afectadas del puerto son El Coloso, Llano Largo, La Sabana, las cercanías del Centro de Reinserción Social (Cereso), las partes altas y la zona conurbada.

Castro Hernández comentó que unas 30 escuelas recibieron “demasiadas amenazas” del crimen organizado; en ellas se suspendieron las clases de manera intermitente, con el aval de la delegación regional de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

“Se tomó la decisión de suspender las clases momentáneamente, en momentos difíciles, con alto nivel de tensión”, comentó.

La intención de esta suspensión es “tender un círculo de seguridad” de manera coordinada entre los comités de padres de familia, el Ejército y la Gendarmería.

El presidente de la Comisión Estatal de Padres de Familia indicó que por cada centro educativo que cierra, al menos 900 niños que se quedan sin clases.

Dicha cifra multiplicada por las 30 escuelas cerradas en Acapulco, da un total de 27 mil estudiantes afectados.

Sobre el ‘modus operandi’ de los criminales, Castro Hernández explicó que éstos dirigen sus amenazas e intentos de extorsión principalmente contra los directores, con la intención de pedir “cuota” por los recursos federales que reciben los centros educativos.

En menor medida, las extorsiones también van dirigidas contra los maestros y personal administrativo.

Otra situación que se vive en las escuelas, es que éstas son utilizadas como tiradero de cadáveres.

“Cerca de las escuelas tiran cuerpos, cometen asesinatos. Eso espanta a toda la sociedad, el hecho de que a la vuelta de la escuela aparezca un cadáver s motivo de desaliento, de alarma”, advirtió el presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia.

Por ello hizo un llamado al gobierno federal y al gobernador Héctor Astudillo Flores, para que implementen “mecanismos de reacción y de prevención”.