Abundan “huérfanos” disfuncionales…

 

Felipe Victoria

 

Ni modo, muchas mujeres llegaron tempranito al reparto de belleza cuando Dios estaba de buen humor, pero no era justo que se llevaran también todos los dones y entonces el Diablo aprovechó un descuido del Creador para vacunar a las más bellas del virus de la vanidad y la ambición.

Mientras estas pocas privilegiadas alegaban pidiendo más, el Supremo Arquitecto se ocupaba de compensar a las que no les salieron tan preciosas dándoles inteligencia y cualidades como la humildad y sencillez, que no cambian ni se pierden con el paso de los años.

Las mujeres muy bellas se la pasan renegando insatisfechas dejando de lado los escrúpulos por que las complazcan quienes den más y exijan menos…

En cambio “la suerte de la fea la bonita la desea”. Las que no nacieron tan agraciadas descubren que la belleza espiritual es el mejor atractivo y no se les olvida que se casaron por toda la vida, fieles en la salud y la enfermedad hasta que la muerte dicte la separación.

Cuanto orgullo conocer parejas que conservar la armonía, haciendo cada quien lo que corresponde en los roles tradicionales. Lindos quienes conservan el interés por seguirse gustando sin dejar que el lecho se enfríe, igual que los que aprendieron a discutir en vez de pelear y ofenderse causando heridas que nunca cicatrizan.

Si las parejas que superan las cuatro décadas unidos compartieran sus secretos para soportar días y rachas malas enseñando eso a los jóvenes que ya les anda, igual que a las que para no tener que pedir permisos en casa aceptan casarse con el primer valiente que se atonte, habría menos divorcios exprés, el mal letal tan actual que corroe a las naciones desde su pilar primordial.

El encanto y el antojo no son eternos y cuando más se convierten en costumbre y rutina, por eso hombres y mujeres son tan proclives a las infidelidades pasajeras y aventurillas, que en otras culturas no latinas son costumbre “civilizada” para que al menos no haya engaño y estén a mano una por otro sin resentimientos ni enojos.

Sí, en México ya funcionan clubes de parejas swingers dondequiera, pero no obsta para que también les dé por disolver vínculos legales o sacramentales, cada vez menos respetados y vituperados por la creciente corriente libertina contra natura que se puso de moda…

Hoy en día, de cada diez “familias” más de la mitad son disfuncionales, con madres que se convierten por necesidad en proveedoras mientras los padres se desobligan; cada vez es más raro encontrar grupos numerosos de consanguíneos bajo el mismo techo en un hogar verdadero, con principios éticos y religiosos.

La moda ahora son parejas que de pronto por descuido engendran bebés condenados de antemano a la guardería si les va bien, porque para las madres es más importante “su carrera” o su libertad e independencia mal entendida.

Ya no existen aquellas “nanas” ni servidumbre de tiempo completo que tanto ayudaban al quehacer doméstico y el control y formación de la prole en hogares de clasemedieros o acomodados.

Los chamacos de papis de escasos recursos van creciendo casi como huerfanitos, “educándose” con la influencia del vecindario o de la televisión, pues a sus progenitores no les queda tiempo para ellos.

Las nuevas generaciones se forman entonces en una ausencia de valores, aprendiendo de la ley del más fuerte que se impone por las malas, toma o roba lo que se le antoja y no respeta a los demás…

Para colmo si es que asisten a las escuelas de pobres, ahí los disque maestros y profesoras poco asisten, pues andan en sus borlotes y luchas sindicales dando un deplorable mal ejemplo al alumnado practicando el vandalismo impune y, entonces los chamacos creen que hay que ser villanos urbanos sin ninguna disciplina ni orden para que no haya paz.

Entrando a la adolescencia está difícil que se salven del primer contacto con lobos feroces de las drogas que inundan las calles y escuelitas y se van enredando sin que en casa se den cuenta papá y mamá…

A unos porque no les alcanza para comer y vestir bien y a otros porque les sobra, pero ambas clases tienen el factor común de la ausencia paterna y materna por las razones que usted guste…

¿Cuántos no sufren la desgracia de darse cuenta que sus hijos andaban en malos pasos hasta que se los matan porque los halconcitos son desechables?…¿cuántos chamacos no tienen ahora por ídolo a un ‘Chapo’ Guzmán multimillonario y audaz que se burla del gobierno fugándose o una bella Kate que por ambiciosa se mete en broncas a cambio de publicidad?

¿Cuántas chamaquitas no aspiran a meterse de teiboleras si están guapérrimas?, para disfrutar la golfería y no tener ni que aprender a guisar, porque no buscarán un marido jodido, sino mejor cualquiera que las mantenga de queridas aunque las maltrate…

La sociedad actual se está pudriendo porque se olvidó de lo primordial: los valores en las familias inculcados a la niñez.

¿Qué hacen las señoras esposas de políticos al respecto?…