Temas cotidianos
Por Félix J. López Romero
Quienes entorpecieron la evaluación serán cesados: SEG
Fue bien recibida por la población en lo general, la declaración hecha por el secretario de Educación en la entidad, José Luis González de la Vega, en el sentido que quienes entorpecieron la evaluación magisterial serán despedidos. Lo anterior es consecuencia de la violenta irrupción, que poco menos de un centenar de docentes, llevaron a cabo el pasado jueves en Acapulco, donde se realizó la prueba respectiva, la que calificará la calidad de la enseñanza, estimulándolos además con salarios más remunerativos. Al término de la jornada el gobernador Héctor Astudillo Flores, manifestó que a pesar del boicot intentado por miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), los trabajos se enderezaron para llegar a feliz término.
Desde siempre esta organización ha asumido una postura antigobiernista, a través de la cual han realizado diversidad de actos penados por la ley, sin que hasta ahora sus actos de desestabilización social, hayan tenido el castigo correspondiente, porque no solamente han lapidado e incendiado autos, si no también han dañado al comercio, mirándose obligados al cierre de negocios ante la agresividad, de quienes consideran tener en sus puños a la sociedad.
A juicio de muchas personas el gobierno se tardó en declarar la medida que pondrá en práctica, si el magisterio disidente continúa con sus torpes acciones, como dejar sin clases a miles de niños de manera irresponsable; lo peor es que se les sigue pagando, cuando su ausencia de las aulas debió llegar consigo la suspensión salarial, porque no desempeñan el papel que les toca asumir.
La CETEG por lo que se miró, falló en el intento de entorpecer los trabajos evaluatorios, porque de 2,500 mentores que debieron hacerlo asistieron 1,960; el resto no se presentó temerosos de sufrir agresiones de sus propios compañeros.
Según el titular de Educación Pública, serán dados de baja quienes pretendieron entorpecer la evaluación. Mal se vería que a final de cuentas hubiera perdón y olvido. Lo dicho debe cumplirse para seguir creyendo en las autoridades.