Temas cotidianos
Por Félix J. López Romero
Extiende sus tentáculos la delincuencia; nada la detiene
Cada día que transcurre la delincuencia lleva a la práctica, acciones de extorsión y de todo género, lo que hasta no hace mucho tiempo eran desconocidas. El delito siempre ha existido, pero en la actualidad quienes los comenten, han encontrado la forma de extorsionar a la población, utilizando diferentes formar para hacerse de dinero mal habido.
Hasta ahora la explotación minera había estado al margen, de quienes se dedican a delinquir; sin embargo en los últimos tiempos se ha convertido en un negocio altamente redituable, al adueñarse de unidades motrices que transportan oro y plata para su beneficio, secuestrando además a quienes conducen las unidades, hasta ser pagado el rescate exigido por su liberación.
El gobierno en sus diversos niveles anunció la puesta en práctica, programas tendientes al combate al delito en sus diversas modalidades, siendo solo simples declaraciones porque en la práctica poco se hace. Un ejemplo que ilustra la nula intervención de las fuerzas del orden, la ofrece la Autopista del Sol que es bloqueada por manifestantes cuando así lo desean; un diálogo entre las pates en conflicto todo podría solucionar, sin llegarse a dañar a terceras personas ajenas a problemas locales.
La prensa da a conocer con puntualidad de todo lo que ocurre, en tanto el gobierno es hasta ahora un mero espectador, incapaz de poner orden en donde se ha alterado la paz. Si desde hace tiempo se viene hablando del establecimiento del mando único policíaco, este no debe demorarse más porque las circunstancia así lo exigen. Mientras en los escritorios de los funcionarios se elaboran programas antidelincuenciales, quienes se han colocado al margen de la ley continuarán siendo una amenaza social.