CARRIZALILLO-1

 

REDACCIÓN

 

Habitantes de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, entregaron en la madrugada de este jueves a los 8 policías federales y al civil que retuvieron el miércoles pasado en esa comunidad, a los cuales estuvieron a punto de linchar porque los uniformados pretendían sembrarle armas al comisariado para vincularlo con la delincuencia.

Después, desde muy temprano acudieron a las oficinas de la Delegación de la Procuraduría General de la República en Chilpancingo, donde declararon ante el Ministerio Público federal sobre lo ocurrido el miércoles, y después denunciaron ante medios de comunicación que los federales pretendían detener al comisariado sembrándole armas, junto con Modesto Onofre Peña Celso, a quien señalan como miembro del grupo criminal Guerreros Unidos.

El comisario de Carrizalillo, Nelson Figueroa, dijo que seis personas de la comunidad declararon ante el MPF sobre lo ocurrido y los demás pobladores estaban afuera de la PGR en apoyo a su comisariado Ricardo López, porque tienen la sospecha de que los policías federales pretendían “sembrarle armas para incriminarlo con la delincuencia”.

Narró que marinos llegaron a Carrizalillo alrededor de las 12:00 del miércoles y al filo de las 3:00 de la mañana de este jueves les entregaron a los policías federales y al supuesto sicario.

Señaló que aproximadamente a las 6:00 de la mañana un convoy de la Marina se llevó a los federales y a Modesto Onofre Peña a la PGR, donde el Ministerio Público Federal abrió una investigación, luego de que las autoridades ejidales y el comisario Nelson Figueroa señalaran al presunto halcón como el responsable de secuestros y extorsiones en la zona.

Habitantes de Carrizalillo que pidieron se omitieran sus nombres por razones de seguridad mostraron a reporteros el celular que le confiscaron a Onofre Peña.

En el aparato estaba registrada una conversación de mensaje en la que se leía cómo el presunto delincuente se ponía de acuerdo con los supuestos policías federales para llevarlos a Carrizalillo.

Los vecinos de esa comunidad, donde se han registrado múltiples hechos de violencia debido a la disputa entre grupos de la delincuencia organizada, acusaron a Onofre Peña de irrumpir el 27 de marzo pasado, en compañía con otros sicarios, en el pueblo para asesinar a Miguela Barrios Ojeda, de 80 años, a Bertha Santos Peña de 36, a Yesenia Villalva Montiel y a Fabián Adame Durán, de 26 años, a quienes les robaron dinero en efectivo y alhajas.

Los pobladores piden que sea la Marina la que se encargue de la seguridad en Carrizalillo y rechazan que el Ejército del 27 Batallón entre a su comunidad, porque los acusan de tener vínculos con Guerreros Unidos.

Adelantaron que en los próximos días acudirán con la Comisión de Justicia del Congreso del Estado para plantear a los diputados el problema de seguridad que prevalece en Carrizalillo y solicitar la presencia de la Marina.

Contrario a lo denunciado por los habitantes de Carrizalillo, el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos, dijo el mismo miércoles en Acapulco que eran cinco los policías federales que habían sido retenidos por civiles, mientras realizaban operaciones en las región.